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A Compagnucci le quedó grande la ‘U’

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Nunca se entendió la contratación de Carlos Compagnucci en Universitario. El club crema necesitaba de un entrenador A1 con recorrido, aspiraciones y personalidad en momentos extremos. Nada de eso era ni mucho menos mostró el argentino de 54 años. Si bien su carrera como futbolista fue brillante en materia de títulos (9 títulos en Vélez distribuidos en cuatro locales y cinco internacionales), el contraste fue absolutamente radical en su era como estratega: apenas fue cabeza principal en ciertos equipos -en la ‘U’ en la etapa 2005 y 2022/2023- sin cosechar logros y el resto de su proceso fue como asistente técnico. ¿Acaso esas credenciales eran suficientes para encargarle el proyecto ambicioso de una institución ávida de trofeos?

Hagamos vista atrás: en el 2005 no consiguió nada más que hacerse notar en el Perú y entre el 2022 y 2023 la situación no varió. El año pasado, quizás, se le perdonó su labor porque asumió un plantel al que jamás echó mano en cuestión de contrataciones, pero ahora sí estuvo detrás de los fichajes -todos fueron concretados por la dirección deportiva- y ni así pudo impregnar un estilo que dé tranquilidad a los aficionados. El saldo que deja en su último paso por Ate es de 11 triunfos, 6 empates y 7 derrotas. Cifras nada alentadoras en un inicio de año que desde ya causa preocupación.

Compagnucci se marchó acrecentando los problemas de Universitario. No se quedó. No quiso asumir con valentía e hidalguía lo que venía. No quiso morir de pie con su grupo, ese mismo que construyó y respaldó el último fin de semana, fecha que marcó la tercera derrota consecutiva de los cremas. Falto de carácter decidió irse en el primer momento crítico del club que confió en sus capacidades. Otro, probablemente, reforzaba sus ideales, convencía a las autoridades y a sus muchachos de sus aptitudes y entre todos hubieran remado para reflotar la embarcación. Pero no fue así, porque a Compagnucci le quedó grande la ‘U’.