ALIANZA LIMA

Alianza, contra la historia

En una temporada en la que ha invertido más que nunca, Alianza tiene la responsabilidad de competir en la Copa Libertadores, aún en un grupo que luce muy difícil.

El día que Alianza Lima enfrente a Atlético Paranaense, en su debut en la Copa Libertadores 2023, habrán pasado exactamente 4039 días desde su última victoria en este certamen. Once años y 18 días después, el cuadro íntimo tendrá la oportunidad de romper esa racha de 29 partidos sin ganar, la más larga en la historia del torneo más importante del continente.

La tarea no es nada fácil. Además del último subcampeón de la Libertadores, integran el Grupo G el Atlético Mineiro, campeón del certamen en el 2013, y Libertad, ganador del Apertura paraguayo la temporada pasada. Los blanquiazules, a nivel de presupuesto e infraestructura, no pueden competir con los brasileños, pero harán lo posible por pelear con el ‘gumarelo’ y robar puntos a alguno de los gigantes.

Lo cierto es que, por otro lado, el bicampeón del fútbol peruano tiene posiblemente el mejor plantel que ha presentado en la última década, o más. El Fondo Blanquiazul, principal financista de Alianza, ha invertido fuerte en refuerzos como Pablo Sabbag, Andrés Andrade, Gabriel Costa y Christian Cueva, futbolistas que podrían estar jugando la Copa en equipos más prestigiosos y que convierten al equipo de La Victoria en gran candidato a conseguir el tricampeonato.

Guillermo Salas, la mente detrás del último título nacional de los íntimos, sabe que tiene equipo para competir, pero tampoco quiere prometer nada. “No pensamos en la clasificación, no quiero engañar a nadie. Yo voy a pensar que nos la vamos a jugar partido a partido. Esa es la consigna, el cotejo más importante es el que vamos a jugar primero, que es ante Paranaense de local. Somos muy fuertes en Matute, sabemos que cualquier equipo que venga va a sufrir. Tenemos a nuestra hinchada, somos muy fuertes y nos irá bien”, indicó en Gol Perú.

Por otro lado, señaló que no estaba en los planes del club enfrentarse a dos equipos brasileños en el grupo. “En la Copa Libertadores no hay rivales fáciles, todos son difíciles. Después del sorteo, todas las series están muy parejas. En nuestros planes no estaba que nos toque dos equipos brasileños, pero fue así”, finalizó.

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