Ayacucho pierde por inercia
No ha sido una buena semana para el fútbol peruano. Los cuatro equipos que participaron en torneos internacionales entre el martes y el jueves cayeron frente a rivales de mayores fuste. Como Melgar, Ayacucho le plantó cara a Sao Paulo, pero no logró conservar el empate.
En su defensa, tuvo que luchar no solo contra un club de otra categoría, sino también ante la mala suerte de jugar en un estadio vacío y al nivel del mar. Sin la ventaja de la altura de Cusco y del apoyo de su gente, el cuadro de Apud hizo un partido serio a un Sao Paulo plagado de suplentes pero con mucho más jerarquía.
El inicio de la historia era muy parecido a lo que se esperaba: un cuadro brasileño arrollador frente a un rival agazapado. El gol de Arboleda, que recibió un pase de gol de un compañero que estaba habilitado, solo confirmó las predicciones.
Pero el diminuto Cristian Techera, uno de los mejores jugadores de la Liga 1, tenía otros planes. Primero, habilitó bien a Eric Barrios para que el delantero definiera bien bajo el cuerpo de Volpi. A los 7 minutos, Ayacucho empataba y daba la primera sorpresa de la noche, pero no sería la única.
Lejos de refugiarse en su área, el cuadro local buscó remontar rápidamente el partido, y lo logró con un gol de tiro libre de Techera a los 20′, en complicidad con el portero Volpi, de floja actuación. La alegría, sin embargo, duró poco, porque a los 23′ Ítalo Espinoza devolvió el favor con una mala salida que aprovechó el experimentado zaguero Miranda para empujarla en el área chica.
Ayacucho pudo volver a ponerse adelante en el marcador, pero el palo y una mala definición de Barrios lo impidieron. Luego, conforme pasaban los minutos, Sao Paulo, cuyos jugadores lucían mucho más enteros físicamente, se fue adueñando del balón y ganando espacio en el campo.
Al final, casi por inercia, con el cuadro brasileño estancado en su propia desesperación, Aldair Salazar cometió un penal y, a los 86′, Luciano lo cambió por gol. Como Melgar, como Cristal, como Alianza, Ayacucho pudo irse con algo más ante un rival de mayor peso, pero la jerarquía de los gigantes sudamericanos se volvió a imponer: suele pasar en el fútbol, y, sobre todo, a los equipos peruanos.