ARABIA SAUDÍ | JONATHAN SORIANO

“Carrillo, donde vaya, va a triunfar”

Jonathan Soriano (Barcelona, 1985) fue de los primeros extranjeros que se unió al boom asiático. Jugó con André Carrillo en Al-Hilal y supo, desde el primer instante, que marcaría época: “Es un jugador muy eficiente”.

Conectado a las 23:00 horas con la puntualidad que lo caracteriza desde que era un joven futbolista dispuesto a entrenarse en los centros deportivos más importantes tanto en Barcelona como en Riad. Jonathan Soriano no se muestra cansado por el horario ni tampoco incómodo al atender a la prensa, a la que entiende -ahora mucho más- dada su nueva posición como comentarista de LaLiga para DAZN. Su rostro, de pronto, muestra un mejor semblante al momento de hablar de André Carrillo, a quien considera un buen amigo y desea el mejor de los éxitos en Al-Qadisiyah, no sin antes hacer un breve repaso de la época en Al-Hilal donde compartieron vestuarios: “Es un jugador que de jugar fácil lo hace espectacular y eso es lo que me sorprendió”.

Jonathan, ¿cómo vive un goleador el retiro después de tantos romances en las áreas rivales?

Con absoluta tranquilidad [risas]. No echo de menos el jugar, porque al final me retiré relativamente veterano, con 35 años, y es cierto que no lo disfrutaba al 100%. Entonces se me hizo menos dura la retirada, decidí yo dar el paso al lado. Es cierto que ahora la profesión de comentarista me hace disfrutar el deporte desde un punto diferente: viajo a los estadios, veo a mis antiguos compañeros y veo el fútbol en directo con la fortuna de comentarlo. Sigo ligado al mundo del fútbol.

Usted por donde pasó dejó huella...

Unas mejores que otras, no nos vamos a engañar. He tenido altos y bajos, he tenido momentos buenos y no muy buenos, pero todo forma parte. Muy pocos jugadores tienen una carrera de principio a fin pletórica y los que sí son cuatro elegidos fantásticos que seguro tendrán nombres históricos. Porque al final un jugador normal, como puedo considerarme yo, puede tener temporadas buenas y otras que, sean por lesiones o decisiones del técnico, sean de una carrera de 15 o 16 o 17 años en donde no siempre se puede estar al 100%.

En Barcelona dejó un récord a nivel de canteras y también instauró una marca histórica en Austria al jugar por Red Bull Salzburg, donde además es un ídolo con todas las letras puestas...

Sí. Mi época en Barcelona fue una reinvención, o sea me volví a reinventar porque venía de toda la cantera del Espanyol -de llegar desde los 12 años hasta la Primera División- hasta que decidieron no contar conmigo y ahí decidí otra vez empezar, dar un pasito atrás para darme otra vez ese empujón y poder reengancharme en el fútbol, ese fue mi paso por el Barcelona. Es cierto que salió todo bien, tuvimos una generación muy buena. Prácticamente el 90% de futbolistas fueron profesionales y de renombre, algunos de gran renombre y yo me aproveché de tener un gran equipo y a partir de ahí pude dar el salto a RB Salzburgo, que fue una sorpresa porque salía del Barcelona, donde podía tener ofertas mejores de ligas mejores y decidí aventurarme en esta experiencia en Austria, donde ahora sí se reconoce a Red Bull Salzburg porque han salido jugadores de renombre como Halaand y Mané. En la primera ocasión que pude ir, pues el proyecto deportivo me motivó para ir a Austria.

Teniendo todos esos registros, ¿por qué decidió enrumbar hacia Asia?

No te voy a engañar, intento ir siempre de cara y decir las cosas como son lógicamente con respeto. Quise aprovechar la oportunidad asiática. En ese momento estaba en auge, estaba en un momento muy bueno de futbolistas extranjeros que viajábamos a China y quise aprovecharlo. Ya tenía 31 años, veía que mi posibilidad de poder a un equipo grande ya era muy complicado y decidí ser egoísta, no te voy a engañar. Decidí pensar en mí, en aprovechar lo que ya había hecho en Europa para aprovecharme de eso en un futuro para mí y mi familia. Esa fue mi decisión, no te puedo engañar.

Hablemos de su aventura en Al-Hilal. ¿Qué recuerdos tiene de aquel paso?

Fue corto, fue media temporada y la verdad es que fue bonito por los compañeros. Encontré un grupo de jugadores donde, en teoría y doy fe, es el club más grande de Asia. Al-Hilal es el equipo más fuerte y de más poder. Encontré jugadores de grandísimo nivel, renombre y calidad. La verdad que esos seis meses los disfruté mucho; es cierto que no ganamos nada -es algo que dices: Al-Hilal siempre gana- pues yo tuve la mala suerte de que en el tiempo en que estuve no se ganó. Pero viví esa corta experiencia en Arabia Saudí llevándome cuatro amigos y en el plano deportivo me costó mucho, porque había un delantero como [Bafetimbi] Gomis, muy querido por la afición y metía muchos goles. Entonces a mí me costó mucho poder entrar. Además, el técnico que me fichó, que era Jorge Jesús, lo echan. Yo llegué el 2 de enero y al 31 lo echan. En el fútbol europeo es un problema, pero en el fútbol árabe es un gran problema, porque al final llega otro entrenador con otras ideas y otros fichajes y pasé a un segundo plano.

Hablando de amigos, me imagino que uno de ellos debe ser André Carrillo, quien es respetado en Arabia Saudí por su paso mítico por Al-Hilal. ¿Le sorprende que haya logrado hacerse un nombre allí con el paso del tiempo?

No. Carrillo vaya a donde vaya va a triunfar. Al final siempre lo he dicho y no es porque sea mi amigo y le tenga un cariño especial, pero Carrillo es así. Es un tipo que a donde vaya va a caer bien, tiene una personalidad que pocos tienen, es agradable estar con él y al final fue el jugador más querido en el vestuario. Que pueda haber triunfado en un equipo tan grande y con una afición tan grande como la de Al-Hilal y es reconocido. Carrillo siempre ha sido de los más aclamados. Tuve la suerte de coincidir con él y lógicamente coincidir con la misma lengua nos ayudaba.

¿Qué impresión le causó Carrillo las primeras veces que congeniaron?

A mí lo que me impactó es que no es un futbolista espectacular a la hora de verlo, no es un futbolista que intente hacer grandes cosas raras, pero es un jugador muy eficiente, un jugador que te tira un ‘caño’ y se la pasa bien jugando al fútbol. Es un jugador que de jugar fácil lo hace espectacular y eso es lo que me sorprendió: que lo ves con los pelos, siempre riéndose, siempre de cachondeo y a la hora de ponerse serio era el primer profesional que intentaba correr por el compañero en ese último esfuerzo por el equipo y luego con el balón en los pies era un virtuoso.

Ahora Carrillo se ha trasladado a Al-Qadisiyah de la Segunda División. ¿Qué opinión tiene respecto a este movimiento?

Bueno, eso sí quizás me sorprende. Porque al final Carrillo, bueno no tenía que retirarse tampoco eso, sí que era el emblema de este equipo [Al-Hilal]. Al final muchos extranjeros hemos ido pasando por el club, pero parecía que el que siempre se quedaba era André Carrillo por ser el más querido. Entonces, bueno, sorprende, pero al final entiendes la política de ser de Arabia; el dinero manda y las nuevas caras, los nuevos jugadores, las nuevas ilusiones van renaciendo y al final van dejando paso a nuevos jugadores. Ahora, en este caso, le ha tocado a André Carrillo, al cual le deseo todo lo mejor en esta nueva aventura y que seguramente va a encandilar a su nuevo club.

Soriano, en AS: "Carrillo acapararía muchas palabras, pero para mí: fenómeno".

¿Cree que es una buena decisión ir al ascenso?

El poder económico en Arabia está fuera de duda. Estoy seguro de que algún equipo en Segunda División, como el que mencionas, quizá tiene mejor y más poderío económico que alguno en Primera División. Al final en Arabia funciona diferente: todo va por príncipes y al final que un equipo de 2da División tenga el poder de fichar a un ex Al Nassr [Álvaro González], a un ex Al Hilal [André Carrillo] y Vietto, que estaba entre Al-Shabbab y Al-Hilal, estamos hablando que es un equipo en Segunda División por circunstancias, el año que viene, sin duda, va a estar en Primera.

¿Carrillo tiene gasolina para volver a Europa?

Tampoco nos vamos a engañar. Cuando desapareces de Europa luego cuesta volver, porque la filosofía en Europa es diferente y parece que cuando sales, cuando cruzas el charco, cuando desapareces de Europa, desapareces del mercado europeo. Al final la edad importa, eso es lógico, pero siempre cuesta volver. Lógicamente la calidad de Carrillo le da para volver a Europa y volver a competir a máximo nivel, pero falta cambiar todavía esa filosofía de que en Arabia se compite igual, que hay jugadores de grandísima calidad, sobre todo ahora que está creciendo muchísimo, y no importa al final que un futbolista juegue en Arabia o en China o en Europa, porque la competencia se la pone uno mismo.

En una sola palabra o frase, ¿cómo definiría a Carrillo?

Es complicado, porque Carrillo acapararía muchas palabras, pero para mí: fenómeno.

Enfocándonos nuevamente en usted, ¿cómo calificaría su carrera?

Buena, o sea es lo que te dije: he tenido momentos cuando era juvenil, con 16-17-18 años, que la prensa decía que iba a ser un grandísimo jugador e iba a reventarla a todos sitios. Y luego cuando llegas a profesional cuesta, es diferente. He tenido muchas lesiones, sobre todo en el tobillo, he sufrido mucho. Luego mis condiciones no funcionan en todos los equipos por igual. Al final tengo unas características que dentro del área funcionan, pero no nos vamos a engañar, no tengo velocidad, la fuerza que ahora tienen los ‘9′ de hoy en día. Mi fútbol es de antiguo.

¿Qué es lo que sigue en la vida de Jonathan Soriano?

Supongo que el fútbol. Tengo la oportunidad de estar ligado como comentarista, es lo que me gusta, entiendo y apasiona. Lógicamente no dejo de lado a la familia y amigos, pero en el plano laboral, el fútbol es lo que me acompaña.

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