Cristal se cobra revancha

Alianza Lima y Sporting Cristal calcaron, en el trámite del juego, las dos finales del año pasado. La única diferencia es que esta vez los celestes sí materializaron su superioridad en el campo al ponerse por encima en el marcador y conservar esa diferencia. Alejandro Hohberg, luego de un penal generado por Christofer Gonzales, que volvió a ser la figura del partido, anotó el gol.

El muy bajo nivel de Alianza es ya una realidad irrefutable. Como en Sullana, el campeón peruano no logró imponer su ritmo frente a un rival, en esta ocasión, bastante mejor en la mayoría de facetas del juego. Pero, a diferencia del partido ante Alianza Atlético, los blanquiazules no lograron generar acciones claras de gol. Es preocupante que, a estas alturas, el cuadro de Carlos Bustos no haya evolucionado un ápice con respecto al del año pasado.

Cristal dominó el juego desde el arranque, en buena medida porque el mediocampo íntimo nunca encontró a ‘Canchita’ Gonzales. El futbolista de la selección, completamente encendido desde que empezó la temporada, se movió bien entre líneas, estuvo fino en el juego asociativo y siempre generó problemas en el área de los locales.

De hecho, una buena jugada de Christofer provocó que Míguez, algo desorientado, le cometiera un penal bastante evitable cerca del área chica. Alejandro Hohberg, el especialista desde los doce pasos, con pasado en Alianza, marcó el primero, con un gran remate que pegó en el techo del arco de Ángelo Campos.

El cuadro de Bustos lo intentó por todos los medios en la segunda parte. Los ingresos de Lavandeira y Benavente le dieron ciertos chispazos de lucidez a un equipo por lo demás apático e inconexo, que solo pudo acercarse gracias a un cabezazo de Barcos que terminó en manos de Duarte. Cristal aguantó bien, sin pasar demasiados apuros, e incluso pudo redoblar la diferencia, pero Hohberg definió mal frente a Campos.

Si bien no fue una jornada memorable para el equipo vencedor, los celestes superan a un rival directo en la lucha por el título en un encuentro que tuvo un inevitable sabor a revancha. El cuadro de Mosquera sigue dejando dudas en la construcción de juego y en algunas jugadas defensivas, pero consigue un triunfo valioso y que servirá de inyección de confianza a un proyecto que a veces parece tambalear. Alianza, por el contrario, se hunde en la confusión y en la intrascendencia.