Momento de la verdad
Ha llegado la fecha esperada para medir el nivel de los refuerzos de la plantilla de Alianza Lima. Dentro de pocas horas los blanquiazules aparecerán nuevamente en Copa Libertadores -certamen que ha dejado trémulos a aficionados, directivos, jugadores y un largo etcétera desde hace más de una década- para jugar contra Athletico Paranaense, subcampeón del torneo más importante de clubes de América. Qué rival. Desde ya el partido se antoja difícil, pero la construcción del equipo no puede desmoronarse desde el arranque.
Las incorporaciones, valgan verdades, dan para pensar que se puede dar pelea contra cualquiera y en cualquier lugar. Para muestra un botón o unos cuántos botones: Andrés Andrade, Gabriel Costa, Pablo Sabbag, Santiago García y Christian Cueva. El último animará a todos por su condición de figura rutilante, aunque en los últimos meses ha dejado de irradiar su luz mágica. Es cuestión de tiempo y buena forma para que derroche fantasía. Ojalá que eso llegue a tiempo en la participación internacional, porque de lo contrario las interrogantes surgirán.
La prueba de fuego también recae en Guillermo Salas, hombre de la casa que se asentó en el cargo de director técnico a partir de su crecimiento exponencial, en cuanto a resultados, con los blanquiazules a tal punto de coronarse bicampeón en Perú. Y, además, ha hecho de Matute una sede infranqueable: ha ganado todos sus partidos dirigidos (9) sumando 23 GF y cediendo un solo gol. Ahora veremos si mantendrá esa condición de todopoderoso frente a Paranaense, en La Victoria. De ese juego dependerá lo que siga contra Libertad y Atlético Mineiro, otras máquinas de gran importancia. Es el momento de la verdad.