Perú no da la talla

Perú no necesita un milagro: necesita dos. Seis puntos en dos partidos, ante Paraguay y Argentina, equipos que juegan a otro ritmo, con una jerarquía mucho mayor, de otra categoría. Esta noche, en el Pascual Guerrero, solo pudo jugar de igual a igual frente a Colombia durante 45 minutos, lo que no le sirvió de nada: nueva derrota en el Sudamericano Sub 20 que lo deja prácticamente fuera.

Como ante Brasil, la selección de Jaime Serna empezó mucho mejor de lo que terminó. Logró pararse bien en el campo, siempre con un plan reactivo, consciente de sus inmensas limitaciones. Volvió a crecerse Catriel Cabellos, talentoso solista en un coro pueril y desafinado: una pincelada suya -asistencia de jugador maduro- terminó en el gol de Diether Vásquez, que sorprendió a una floja defensa colombiana.

Corría el minuto 37, y a todos los peruanos se nos pasó lo mismo por la cabeza: indispensable aguantar hasta el medio tiempo. Pero no se pudo. Dos jugadores intentaron frenar la arremetida de Puerta -más rápido y más fuerte que todos los futbolistas de Perú- pero no lo consiguieron, y Cortés definió cruzado para superar a Amasifuén y poner el 1-1, que más que un gol fue una daga.

Porque después pasó lo que se suponía que pasaría: Colombia aplastó físicamente a Perú. No brilló en el juego, no ofreció un recital, pero demostró que por un lado había atletas y por el otro, jugadores. El inevitable 2-1 llegó gracias a un buen cabezazo de Cortés, y tras varias llegadas de la selección local. Solo era cuestión de tiempo.

Perú lo intentó, lo dejó todo, pero no quedaba gasolina. Como ante Brasil, a la selección le sobró un tiempo. Solo pudo competir durante la primera mitad, lo que sirve de poco y nada. La diferencia física con los rivales es abismal, y en lo técnico también hay mucho por mejorar. La Blanquirroja empieza a despedirse del Sudamericano y del sueño del Mundial, sin dar la talla. Los culpables, eso sí, no están en la cancha, pero esa es una conversación para otro día.