Sin recambio a la vista
Reynoso confesó que el recambio generacional en la selección es lo que más le “quita el sueño”, pero lo cierto es que el panorama no es nada alentador.
La selección peruana está en problemas. Luego de dos tan extraordinarias como improbables campañas en las eliminatorias sudamericanas, que le permitieron jugar el mundial Rusia 2018 y el repechaje para Qatar 2022, el hincha debe tener claro que no puede esperar demasiado de su equipo. La salida de Ricardo Gareca le abrió las puertas a Juan Reynoso, que tendrá que hacer tantos malabares como el argentino para sacar el proceso adelante.
La misión del excapitán de Perú es muy, muy compleja, en buena medida porque el material humano con el que cuenta es el mismo que trabajó bajo las órdenes de Gareca... solo que unos cuantos años más viejo. De hecho, en su presentación contra Marruecos, la edad promedio del plantel peruano era de 30.4 años, la media más alta de todas las selecciones sudamericanas
¿A qué se debe esta situación? Son muchos los factores para mencionarlos todos en un artículo, pero está claro que tiene que ver con la nula institucionalidad del fútbol peruano. La Federación Peruana de Fútbol (FPF) y los clubes son los principales culpables: las divisiones menores no funcionan como deberían, no hay competiciones serias para juveniles, ni planes a largo plazo que involucren a todos los actores: el fútbol está librado a su suerte.
Los “extranjeros”, una alternativa de emergencia
Luego de que Perú cayó en la final de la Copa América 2019, ante Brasil, la gran mayoría de hinchas se hacía una pregunta: ¿quién reemplazará a Jefferson Farfán, Paolo Guerrero y Alberto Rodríguez, tres pilares de la selección de Gareca? El técnico argentino recurrió a algunos convocados habituales que dieron un salto de calidad pero también Gianluca Lapadula, cuya historia conocemos todos.
El ítalo-peruano estuvo sin duda a la altura y fue una pieza clave para lograr una nueva clasificación a un repechaje, pero será difícil encontrar casos similares. Si bien la convocatoria del danés Oliver Sonne puede ser una alternativa, lo cierto es que tampoco hay muchas más y, sobre todo, debe entenderse que esos pocos futbolistas no necesariamente cambiarán la realidad de la selección.
La crisis es real: los jugadores jóvenes que todavía militan en la Liga 1 y que se fueron posicionando como las promesas del fútbol peruano están tardando en explotar. Hablamos, por ejemplo, de Joao Grimaldo, Jesús Castillo, Piero Quispe, Aron Sánchez, Kenji Cabrera... ¿Son realmente futbolistas que podrán devolver a Perú a la gloria? Aún si lo fueran, serían meras excepciones en un contexto adverso, en el que no hay un trabajo sostenido en el tiempo para pelear con países como Ecuador, Venezuela o Paraguay, que ya están viendo cómo sus proyectos empiezan a dar frutos. Hay mucho trabajo por delante, y se necesitará algo más que un par de refuerzos “extranjeros” para competir en serio.