Valera, inamovible
Sus tres goles anotados a Boys obligarán a Fossati a reconsiderar si Urruti puede recuperar su lugar en la delantera cuando regrese. Valera es inamovible.
Cuando, en enero de este año, en plena pretemporada de Universitario de Deportes, que ya tenía el equipo armado para el 2023, Álex Valera dejó su club en Arabia Saudita y decidió retornar a Ate, el hincha merengue se llenó de ilusión. Tenía por qué: el centrodelantero se había cansado de hacer goles antes de partir al fútbol árabe, y ahora tendrían la posibilidad de verlo en un plantel bien armado y con varias alternativas ofensivas.
Si bien la temporada empezó con más dudas que certezas en tienda crema, la llegada de Jorge Fossati enderezó el rumbo del club, que no ha perdido desde que el uruguayo tomó las riendas. Sin embargo, una de las decisiones que tomó el experimentado técnico fue devolverle la titularidad a Emanuel Herrera, acompañado por Luis Urruti en la delantera.
Eso relegó a Valera al banco de suplentes, aunque estaba claro que, con la ‘U’ disputando dos campeonatos en paralelo, tendría sus oportunidades, obligado, eso sí, a aprovechar cada una de ellas. Y vaya que lo hizo. El delantero ya lleva marcados seis goles en el Torneo Apertura, y se ha consolidado como titular en el once de Fossati.
En cierta medida, eso se debe a que Luis Urruti está lesionado y a que el tándem con Herrera ha funcionado de maravillas en ese 3-5-2 tan práctico que plantea Fossati. El último fin de semana, Valera anotó tres goles de alto calibre ante Sport Boys, pero se fue expulsado -por segunda vez en el campeonato- sobre el final del partido, por insultar al árbitro.
Aunque no está claro si recibirá una o dos fechas de sanción, lo que sí es incuestionable es que jugará este jueves ante el Independiente de Santa Fe, por la jornada 3 del Grupo G de la Copa Sudamericana, que Universitario lidera luego de un buen arranque. Una vez que cumpla su castigo en la Liga 1, siempre y cuando Urruti se recupere, veremos si Fossati decide relegarlo nuevamente al banquillo, algo que parece sumamente improbable.