El inquebrantable Varillas

En el Stade Roland Garros se está escribiendo una de las mejores historias del tenis del Perú. De la muñeca inquebrantable de Juan Pablo Varillas, la revelación de la edición CXXVII del Abierto de Francia, no sólo nacen quiebres y aces, sino también alegrías y alaridos. Numerosas actuaciones han llegado gracias a su fuerza, ímpetu y tenacidad. Aunque, es aquí, en París, donde dará su exhibición máxima al medirse contra Novak Djokovic (sobre las 13:00, Eurosport), por los octavos de final, en un juego que centrará la atención de todo el mundo. Porque a un lado se ubica un muchacho peruano, de 27 años, que tiró siempre de garra y orgullo para llegar al sitial de los superiores y en el otro emerge la figura de quien se sabe que es de los mejores de todos los tiempos. O eso al menos se contrasta con los números, récords y trofeos cosechados a lo largo de su impecable trayectoria.

De cabello crespo, aspecto de joven sereno, mirada aguda y competitivo como todo atleta. A ‘Juanpi’, como cariñosamente le llama su círculo cercano y desde ya también todo el Perú, le comenzó a gustar el tenis después de probar el fútbol, deporte rey. Pasó del entretenimiento al profesionalismo a partir de la dedicación más el convencimiento, aunque hubo un hecho que lo decidió a aspirar a más: un encuentro con Rafael Nadal, hace exactamente una década, en un partido de exhibición, al que consideró “un sueño hecho realidad”, porque Rafa es de sus máximos referentes en cuanto a actitud se habla.

Tiempo más tarde, exactamente 3 años después de aquel encuentro con Nadal, aparecieron los obstáculos, esos que te pone la vida para medir tu espíritu y valía. A Varillas se le complicaba superarlos, por lo que meditaba el retiro. Ni siquiera el mensaje que le dejó Rafa lo levantaba. Ese “ojalá nos encontremos algún día en el tour. ¡Entrena a conciencia!” no calaba en él. Ya tenía preparado volver a la vida común de un estudiante de ingeniería, hasta que su entorno, conformado por sus padres, amistades y allegados del tenis, le inyectó fortaleza y competitividad para que regrese al ruedo confiando en que tenía el talento suficiente para derribar barreras.

Tras aquel episodio, Varillas tuvo que marcharse de su amado país convencido de que en el exterior podía seguir creciendo a raudales. En el horizonte apareció Argentina, territorio en el que terminó de hacerse fuerte en todos los sentidos: “Me cambió la vida completamente, allí empecé a madurar y a mejorar mucho en todos los aspectos”, compartió al portal oficial de la ATP Tour. El traslado fue el punto de inflexión en su carrera, la misma que es vigilada mañana, tarde y noche por su entrenador Diego Junqueira, quien está seguro de que ‘Juanpi’ puede hacerle frente a cualquiera que sea su oponente.

Y ese oponente que medirá el ‘prime’ de Varillas Samudio-Patiño es ni más ni menos que ‘Nole’, una absoluta leyenda tan grande como la naturaleza misma. Aunque más grande, de momento, viene siendo Juan Pablo al remar toda su trayectoria hasta plasmarla en el Roland Garros, constituyéndose como el ‘5 sets de los Grand Slam, pues los cinco partidos que ha disputado han ido hasta ese número de mangas en cuadro principal, algo histórico en la Era Abierta. Pasó por Challengers, Copa Davis, Juegos Panamericanos, Juegos Sudamericanos Juegos Olímpicos, Masters 1000 y GS. Y en todos ellos dejó en claro que está para grandes cosas, porque es un deportista con espíritu de lucha.