En cuanto el amistoso ante Costa Rica se asignó en Málaga todos los focos se posaron sobre él. Isco regresaba a La Rosaleda para deleitar a una afición que no se marchó defraudada.
No marcó pero dejó algunos detalles de crack absoluto echándose el equipo a la espalda. En el minuto 26 petrificó a Venegas con un caño dorado.