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PERÚ

Percy Rojas: “Este equipo puede repetir lo que hicimos en el 75"

El exdelantero de la selección peruana que consiguió la Copa América de 1975 con Perú conversó con AS acerca de ese gran título y de las posibilidades del equipo de Gareca de repetirlo en Brasil.

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PERCY ROJAS SELECCION PERU 1075
ALLEN QUINTANA

Percy Rojas (Lima, 16 de septiembre de 1949), fue una de las figuras de la selección peruana que alcanzó la gloria en 1975, cuando, en el partido de desempate de la final, se impuso a Colombia en Caracas en la final de la Copa América. Han pasado 44 años desde aquel entonces, cuando una generación de extraordinarios futbolistas peruanos dominó el continente y deslumbró al mundo. El ex delantero, que también disputó dos mundiales (78 y 82) y fue campeón de la Copa Libertadores en el 75 con el Independiente de Avellaneda, conversó con AS sobre la recordada gesta de la bicolor y se mostró ilusionado con el trabajo de Ricardo Gareca, aunque cree que el equipo del argentino todavía está muy lejos de las grandes selecciones de los setentas.

¿Cómo viviste la Copa América de 1975?

Era un momento especial para nosotros. La mayoría actuábamos fuera del país. Nos habíamos ido por problemas en el Perú: era un gobierno militar, había problemas económicos, los clubes estaban asfixiados económicamente, y se vieron en la obligación de vendernos al extranjero, algo que no era tan habitual como es ahora. A mí me tocó ir al Independiente y recuerdo que el gobierno militar quería amateurizar el futbol en el Perú, que el representante en la Libertadores fuera el campeón de Copa Perú y que los clubes profesionales hicieran su torneo por su cuenta, ya que la federación se iba a encargar solo del deporte amateur. Copiaron la organización deportiva que existía en Cuba, trajeron técnicos cubanos… todo eso afectó a los clubes profesionales.

Primero, se hizo una selección local que fue a jugar a Ecuador un amistoso y perdió 6-0, por lo que los dirigentes vieron conveniente recurrir a los jugadores que actuábamos en el extranjero. En ese primer momento, van a buscarme a la Argentina, donde yo acababa de salir campeón de la Libertadores, y me dicen que quieren que venga a Perú. Yo acepté. Cuando me proponen ir, me dicen que no hay ni dinero para pagarme… y yo igual acepté. Pero después me dicen que hay otro problema: que no tenían ni para el pasaje en avión. La crisis de la Asociación Nacional de Fútbol era brutal. Aún así, acepté, me pagué mis pasajes y todo… Es cierto que después nos devolvieron el dinero con las recaudaciones que conseguimos.

En el momento que yo acepto, los directivos toman esa aceptación como ejemplo para convencer a los demás de que aceptaran también. Y así sucedió. Todos los que estábamos afuera, aceptamos. Éramos una generación de futbolistas muy identificados con la selección. Creo que mi actitud fue la inicial, pero hubiera podido ser cualquier otro. El asunto es que yo estaba en mi mejor momento deportivo, por eso me buscaron. Así se inicia toda la historia.

¿Ustedes eran conscientes de que eran un grupo talentoso que podía ganar la Copa del 75?

Sí. Éramos grandes jugadores, y todos fuimos importantes porque había compañerismo, unión, una sola idea de jugar por el país, de sacrificar dinero, jugábamos por la camiseta y por defender a nuestro país. Más aun estando en el extranjero, que se extraña todavía más a la patria. Eso nos llevó a conseguir el título. Si nos ponemos a analizar, todos los que integramos la selección fuimos importantes en determinado momento. A mí me tocó con Chile. En Santiago, hago el gol del empate y en Lima hago mi mejor partido con la selección y ganamos 3-1. Yo marqué el primer gol.

¿Consideras que esa selección es de las mejores ha tenido el Perú en la historia?

Sí, pienso que fue una de las mejores. Hay dos selecciones que grafican lo que era el fútbol peruano en ese momento: la de México 70, que hizo una gran campaña, y la del 75, que gana una Copa América que se juega en formato de eliminatorias, con partidos de ida y vuelta.

El Cholo Sotil se integra al final de la Copa América. ¿Cómo lo recibe el grupo?

Se integra para el último partido. Cuando inicia el torneo, y se juega contra Chile, me toca destacar a mí. Después, contra Bolivia, nos hacen jugar en Oruro (a 3700 metros sobre el nivel del mar) y Cachito Ramírez hace el gol. Luego jugamos contra Colombia en Lima y marca Oblitas, aparte de que había marcado un gol de chalaca contra Chile después de una jugada mía por derecha… Después, en Brasil, Casaretto y Cubillas hacen los goles, y de hecho Casaretto va por mí porque mi equipo no me dio permiso de viajar. Y después, en la final, que se integra Sotil, fue bienvenido. No había ningún tipo de envidias ni conflictos, éramos compañeros y todos estábamos felices de que viniera. Cuando entró el Cholo yo tuve que abrirme hacia la derecha para dejar mi sitio de delantero libre. Y fue Sotil el que nos dio el título. Todos fuimos importantes. Era un equipo de grandes jugadores y la unión nos llevó lejos.

¿Crees que hay elementos comparables entre la selección del 75 y la que dirige Gareca?

Es difícil porque el fútbol que se está jugando ahora es muy distinto. Ahora, por ejemplo, el buen jugador es el que no pierde el balón, el que entrega bien… Antes, el buen jugador tenía una habilidad y una creatividad increíbles. Si ves videos de Roberto Chale, Teófilo Cubillas, César Cueto, Hugo Sotil… eran jugadores que hacían maravillas. Era un fútbol más de creación. Ahora está todo más formalizado, estructurado.

¿En todo caso, se podría comparar la unión y la armonía de los grupos? Los jugadores de Gareca siempre destacan ese aspecto.

Sí, actualmente se nota que los jugadores están muy identificados con la selección. Y han recuperado su confianza. Porque luego del partido contra Brasil (0-5 en la fase de grupos) es normal que decaigan anímicamente. Se nota que el cuerpo técnico y sus asesores han trabajado muy bien y hemos visto cómo ha quedado demostrado en estos dos partidos dificilísimos (Uruguay y Chile).

¿Cómo se recupera un equipo después de un resultado tan humillante como el 0-5?

La convivencia diaria es la que te da la fortaleza para recuperarte. El entrenador está con el jugador todos los días y sabe cómo es cada uno. Él observa todo eso y hay muchas formas de poder motivar. Después del partido contra Brasil, lo más importante era recuperar anímicamente al equipo, no sólo futbolísticamente. Y Gareca lo logró.

Yo he vivido situaciones similares. Recuerdo que, cuando recién empezaba, no estaba jugando bien en Universitario y trajeron a un entrenador uruguayo, Roberto Scarone. Yo había perdido confianza en mí mismo. En el entretiempo de un partido que jugamos en Cajamarca en el que no ligué una, me dijo que jugara tranquilo, que no desesperara, que con mi talento era cuestión de tiempo que la pelota entrara. Cuando volvimos para el segundo tiempo, hice tres goles. A algunos les sirve que les quiten la presión, a otros que se las tiren encima o que les lancen un grito. Depende de cada uno. Él convivía conmigo, sabía cómo era, y, por lo tanto, cómo tratarme.

¿Consideras que este grupo que ha llevado al Perú a Rusia y que va a disputar la final de la Copa América después de 44 años es una de las mejores selecciones peruanas de la historia?

Yo te diría que ha habido grandes selecciones aquí. Y grandes jugadores en todas las líneas. Jugadores de categoría mundial. Sólo mira la lista del mundial del 70: fueron Baylón y Zegarra, pero no fue Victor Calatayud, puntero derecho de Universitario que era crack; no fue Juan José Muñante, jugador de primer nivel; ¡No fue Julio Meléndez, uno de los mejores defensores de la historia de Boca Juniors! Ninguno de esos grandes jugadores tenía espacio en esa selección. Entonces no sería justo comparar a esta selección –que está jugando muy bien- con esa, que era maravillosa. Lo que ha cambiado son las expectativas que hay ahora por parte de la prensa y el público. Los chicos están haciendo un gran papel, pero tienen todavía que escalar un peldaño para compararse con selecciones del pasado.

¿Quizás ese peldaño sea ganar la Copa América en Brasil?

Sería un inicio. Habría que hacer una buena campaña en un mundial, para comenzar, pero todavía falta. En su momento, jugadores como Paolo Guerrero serían grandes jugadores también, pero teníamos, por ejemplo, a Perico León, a quien comparaban con Pelé… A esta selección le falta todavía regularidad, que se mantenga en el tiempo, para entrar realmente a la historia.

¿Te animas a tirar un pronóstico para la final?

Yo creo que le vamos a hacer un buen partido a Brasil. El encuentro anterior no se va repetir, va a ser completamente diferente. Perú tiene las condiciones para ganar la final y conseguir lo que logramos nosotros hace 44 años. Brasil es el favorito, tiene unos jugadores monstruosos y juega de local. Pero creo que podemos hacer un gran partido.