CORONAVIRUS PERÚ

Coronavirus: ¿cómo ha mutado el Covid-19 desde su llegada a Perú?

Con el mundo detenido por la expansión de COVID-19, los científicios sostienen, mientras más se contagia, más muta. Te explicamos este proceso.

Coronavirus: ¿cómo ha mutado el Covid-19 desde su llegada a Perú?

Desde que llegó al Perú el llamado caso cero de COVID-19, el 6 de marzo, el virus ha mutado debido a su expansión por prácticamente todo el mundo. Todos los virus de esta naturaleza, al desplazarse a distintos organismos, varían algunas de sus características, lo que puede volverlos más difíciles de detectar o estudiar para los epidemiólogos. El genoma SARS-CoV-2, que causa la enfermedad identificada como COVID-19 ya ha sido analizado por los científicos, pero su constante mutación es una constante preocupación.

La mutación del COVID-19

"La mutación es una consecuencia inevitable de ser un virus", escribió en la revista Nature Nathan Grubaugh, profesor de epidemiología en la facultad de medicina de la Universidad de Yale en Estados Unidos.  Por otro lado, George Rutherford, profesor de epidemiología en la Universidad de California en San Francisco, señaló a la BBC que el SARS-CoV-2 no está mutando más rápido que otros similares, y, de hecho, una mutación no necesariamente quiere decir que se volverá más agresivo; por el contrario, suele debilitar al virus o, incluso, desaparecerlo "por selección natural", precisó Rutherford.

Stanley Perlman, virólogo de la Universidad de Iowa, miembro del comité internacional que le dio nombre al coronavirus, le dijo al diario The Washington Post que el virus "no ha mutado de manera significativa". Esto no quiere decir que no vaya a suceder, pero el comportamiento del virus parece ubicarse dentro de lo esperable; es decir, que no debería mutar agresivamente.

El panorama peruano

Todo parece indicar que el COVID-19 no ha mutado demasiado ni lo hará significativamente. ¿Es esta una buena noticia para el Perú? Desde luego. Sobre todo, teniendo en cuenta la escasa inversión en investigación científica e infraestructura de la salud, lo que nos deja como uno de los países más expuestos a sufrir las consecuencias de una mutación.

Si el COVID-19 mutara realmente, eso querría decir que las armas que se han utilizado para detener su expansión -el tipo de pruebas, la cuarentena, etc.- podrían tener que replantearse, y, en un país como el nuestro, que no cuenta con grandes recursos médicos ni científicos, eso sería trágico. No hemos llegado a esa situación y no parece que vayamos a hacerlo.