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JUEGOS OLÍMPICOS

Álvaro Torres, en AS: "Mi expectativa es quedar como el mejor de Latinoamérica"

El boga, que alguna vez quiso ser futbolista, dentro de las próximas horas, será el primer peruano en participar en los Juegos Olímpicos 2020.

Actualizado a
Álvaro Torres, en AS: "Mi expectativa es quedar como el mejor de Latinoamérica"
@alvarotma

Álvaro Torres jamás pensó que terminaría amando y dedicándose al remo. De niño, como todos, su sueño era ser futbolista profesional. Sin embargo, por temas médicos debió renunciar a ese anhelo y terminó abranzando la disciplina que hoy lo ha llevado a Tokio 2020.

¿Alguna vez pensaste que el remo te daría una alegría como la de participar en unos Juegos Olímpicos?

La verdad que era un sueño que tenía desde hace varios años. De repente, de chico, jamás hubiera imaginado que el remo me llevaría a unos Juegos Olímpicos. Mi pasión siempre fue el fútbol, pero por temas médicos lo tuve que dejar y por eso pude tomar mi revancha con el remo. Así he llegado hasta acá.

Del fútbol al remo. Quién lo diría...

Así es. Ningún integrante de mi familia se lo esperaba. De hecho, ni yo. Al principio me rehusé a practicar el remo, a probarlo siquiera. Estaba muy cerrado, pero finalmente lo probé, me gustó, me fue bien y poco a poco fui aumentando mi nivel hasta llegar a unos Juegos.

¿Qué se siente ser el peruano que abrirá el telón de la delegación nacional en Tokio 2020?

Es un orgullo. Voy a ser el primero que se ponga la camiseta y le dará el inicio a esta fiesta deportiva. Es una gran responsabilidad para motivar a los demás atletas que vienen a dejar lo mejor.

Falta poquísimo para tu debut. ¿Cómo vas manejando los nervios?

Los nervios, al principio, estaban opacados por la emoción. Llegar a la Villa Olímpica y saber que el sueño es una realidad hace que no pienses en ello. Pero es normal que conforme se acerque la competencia aumenten esos nervios.

¿Es una ventaja no contar con público en los Juegos Olímpicos?

Para mí no. Me hubiese gustado contar con la presencia de mi familia, mi enamorada y mis amigos. Creo que al no tenerlos, para nada es una ventaja. Por la pandemia se hace imposible compartir esa experiencia con ellos. A través de las redes y la televisión estarán apoyándome.

"Lo malo del sistema del deporte peruano, desde mi punto de vista, es que el apoyo viene a base de los resultados"

Álvaro Torres, boga peruano

¿Cómo es el día a día en medio de la pandemia por el coronavirus?

Tienes que usar mascarilla todo el tiempo, excepto cuando estás comiendo y entrenando. Los buses, por ejemplo, siempre son desinfectados y vienen con un sticker en la puerta. Las pruebas COVID son diarias. Tenemos que poner un poco de saliva en un tuvo para descartar. A parte de eso, hay una aplicación en el celular que te trackea y sabe qué personas tuvieron contacto contigo por GPS. Si llega a haber un caso, van a saber dónde ha estado esa persona para evitar contagios. Cuando te entregan algo lo hacen con pinzas. Otra de las cosas que me llamó la atención fue que hay una persona que limpia con alcohol, en todo momento, las barandas de las escaleras metálicas.

¿Cómo ha sido tu preparación?

Empecé a remar a los 14 años y desde esa edad siempre estuve entrenando. Nunca a tiempo completo, pero hace dos años tomé la decisión de dejar todo para dedicarme a esta disciplina al 100% y así llegar a unos Juegos Olímpicos. Tuve la oportunidad de irme a entrenar a Estados Unidos con un entrenador particular. A partir de ahí alcancé mi mejor nivel y por eso conseguí la clasificación.

¿Qué expectativas tienes?

Mi expectativa es tener la mejor posición que un peruano haya podido tener en unos Juegos y quedar como el mejor de todo Latinoamérica.

¿Consideras que es una enorme responsabilidad ser el único remero peruano en los JJ.OO?

No es una enorme responsabilidad. Si hubieran más remeros la responsabilidad sería la misma. El hecho está en llegar a los Juegos, hacer un buen papel y entregarte al 100%.

¿Es difícil dedicarse al remo?

Sí, demasiado. Es un deporte que no es conocido, en Lima principalmente. Uno sabe que no vivirá del remo. No está en los medios ni en la televisión. Muchas veces hay falta de apoyo por más que hayan chicos con buen potencial. Es ahí donde el remo se cae y uno tiene que buscar auspicios. Tampoco contamos con las condiciones en Lima para entrenar a este nivel olímpico.

Hablas de falta de apoyo, ¿eso involucra a la Federación de Remo?

No, la Federación siempre apoya. El tema está en el presupuesto de apoyo porque la Federación, hoy en día, se maneja muy bien pero no tiene ese presupuesto para mandar afuera a los chicos. Lo malo del sistema del deporte peruano, desde mi punto de vista, es que el apoyo viene a base de los resultados y debería ser al revés. En mi caso, por ejemplo, cuando decido prepararme para los Juegos, los primeros meses no recibí apoyo de ningún lado. Para ser el elegido del Preolímpico, primero, hubo una clasificación interna y para esa competencia no hubo apoyo y vino una vez que gané. Primero hay que ser campeones para recibir. No hay una cultura ni base de donde nazcan esos campeones. Se tienen que formar solos, como puedan. Esa es la pata por la que cojea el deporte en el Perú, y eso afecta más a los deportes que no son televisados ni cuentan con patrocinadores.

Después de lo explicado, ¿qué le dirías a aquellos jóvenes que anhelan dedicarse al remo?

Todos los del remo hemos pasado por alguna falta de apoyo, pero las ganas por competir y esa pasión que uno lleva es más grande que todo. Desde chico siempre quise llegar a unos Juegos Olímpicos y no estaba contento los meses que dejaba de entrenar. Esa es la pasión que te mueve. Por más que hayan problemas, hay que seguir entrenando. No hay que quedarse de brazos cruzados esperando ese apoyo, sino hay que seguir trabajando.