Alianza Lima retorna a la cima

Liderato retomado. Alianza Lima cumplió con su tarea al imponerse con holgura y comodidad a un frágil Carlos A. Mannucci, en un abarrotado estadio Alejandro Villanueva. Un controversial penal, el sexto reencuentro goleador de Sabbag y el regreso de Costa redondearon un partido que demostró el amplio nivel de los aliancistas en el campeonato doméstico.

‘Chicho’ Salas retocó su oncena con cuatro variantes, las dos primeras de ellas obligadas por lesión: Franco Saravia en el arco, Pablo Míguez en defensa, Jairo Concha en el mediocampo y Gabriel Costa por el extremo. El centro del ataque, entretanto, estuvo encabezado por Pablo Sabbag, que reemplazó a un Hernán Barcos que había recuperado su esencia goleadora con un doblete en Moyobamba.

A partir de la agresividad e intensidad, Alianza sacudió a Mannucci con un gol madrugador de Andrés Andrade, a los 2′ minutos, desde el punto de penal. Aunque el héroe detrás de la celebración fue Bryan Reyna, quien tomó una pelota desde el mediocampo, enterró a sus oponentes y se inventó una falta dentro del área. Porque nobleza obliga, el penal sancionado fue equivocado: el pícaro extremo se arrojó al mínimo contacto con Amondarain.

La polémica no se discutió más, pero lo que sí se continuó discutiendo fue el cambio de actitud y la velocidad endemoniada del surgido en el Callao, que por poco y deja huella si no fuera por una aparición salvadora de Alexis Cossio. En la siguiente acción aliancista no hubo milagro carlista. Al 17′, Sabbag, metido de lleno desde el silbatazo inicial, se encontró con un balón largo enviado al área y sólo se elevó para conectarlo de cabeza. La mala salida de Manuel Herida -por no decir ‘blooper’ facilitó la conquista que ya daba por cerrado el partido cuando ni siquiera se llegaba a la media hora.

Alianza Lima mantuvo su dinámica en el inicio del segundo tiempo sin recurrir a variantes, algo que sí hizo Carlos A. Mannucci al darle entrada a Gaona. Siguió controlando la pelota distribuyéndola en 3/4 del campo rival hasta que dio el golpe definitivo. Fue un disparo fuerte, violento y definitivo de Gabriel Costa. La alegría de las gradas fue tan grande que entonaron una y otra vez el nombre del uruguayo-peruano.

A Mannucci le costó demasiado salir del trance. Pese a verse doblegado, quiso reaccionar con dos llegadas de su goleador Matías Succar. Al primer intento entregó una pelota mansa producto de un débil remate y luego se aproximó más con un cabezazo al parante derecho del arco defendido por Franco Saravia. Antes de esas arremetidas, ‘Chicho’ movió la ficha con los ingresos de Franco Zanelatto, Hernán Barcos y Yordi Vílchez. De todos ellos, el último tuvo un partido muy gris porque vio la roja de inmediato. Para redoblar esfuerzos ante la expulsión entró Jesús Castillo, en cuyos pies se halló el equilibrio necesario para salir con el score a cero. Cima blanquiazul y, por ahora, tricampeonato encaminado.