Grazie Lapadula
Gianluca Lapadula lleva apenas una temporada en Cagliari, pero parece que viviera varias encima porque de una manera trepidante se metió al bolsillo a los aficionados con goles, asistencias, MVP’s, participaciones heroicas y declaraciones emotivas. El círculo se ha cerrado de manera satisfactoria con la ruta del ascenso a Serie A certificada a través de una apasionante eliminatoria decidida en San Nicola. ‘Il Peruviano’ fue clave en todo ese camino dejando goles en cuartos de final (x2), semifinales (x1) y final (x1). De su mano -o mejor dicho de sus pies- los sardos volvieron más rápido que de inmediato a su sitial natural.
Para ‘Il Peruviano’ ha sido una campaña especial. Después de irse por la puerta falsa del Benevento (por culpa del inefable Fábio Caserta), el club ícono de Cerdeña le dio la bienvenida. Se jugó mucho en esta aventura, sabiendo que su inicio fue un tanto irregular hasta que se cruzó con un auténtico señor que le cambió no sólo su estilo de jugar al fútbol, sino también la forma de ver la vida. Hago referencia a Claudio Ranieri, a quien poco o nada le importó los 71 almanaques que ostenta para hacerse cargo de un rossoblu que deambulaba a mitad de tabla hasta lanzarlo a zona de play-off y transformarlo en equipo de Calcio. Segunda vez que lo hace: 1991 / 2023. Mito de Italia.
Fue decisiva la llegada del experimentado entrenador para repotenciar a la plantilla, sobre todo a Lapadula, que entró en un ‘prime’ sorprendente superando registros únicos como el del goleador de una sola temporada de Gigi Riva -leyenda de la selección italiana- o el del máximo artillero en la historia de las eliminatorias de ascenso. En plena carrera también se llevó por delante el galardón MVP de la Lega B, merecidísimo por sus 25 goles y 5 asistencias, números que lo encumbraron como el capocannoniere de un curso épico.
Gianluca Lapadula hizo dos proezas: devolver al Cagliari a la Serie A y hacer del Perú una comunidad rossoblú. Levante la mano aquel que sintonizó los juegos del Cagliari ya sea al inicio, a mitad o en tramo final. No lo oculte ni se ruborice. Puedo decir con conocimiento de causa que el suelo al que decidió representar vivió, con el corazón en la mano, las jornadas decisivas del sardo, aplaudió los goles del ‘9′ y también festejó las anotaciones del resto del equipo. Hasta la del propio Leonardo Pavoletti, héroe de la última noche. Cerdeña y Perú se unieron. Todo por Gianluca. No queda más que decirle que ... Grazie Lapadula.