Las quejas de Ramos tienen sentido: cero rojas con España
Se quejó tras ser expulsado de nuevo en Riazor. Las FIFA defiende otros criterios de los que se aplican en LaLiga. El madridista lleva 23 rojas en el Madrid; 18 en Primera.
Sergio cuerpea, es ambiciosamente agresivo, no especula en los balones divididos y jamás deja prisioneros si su equipo corre peligro. Todo eso lo acepta el mejor central de España y del Mundo (en mi humilde opinión). Pero su queja en Riazor tras su expulsión número 23 con la camiseta blanca tenía todo el sentido del mundo: “En Europa y en la FIFA los arbitrajes son más permisivos. Me gusta más el sistema inglés, donde se deja jugar...”.
Hechos y no palabras. Ramos es el flamante capitán de La Roja, camiseta que ha defendido nada menos que en 143 ocasiones. Pues en esos 143 partidos, y mira que las ha tenido tiesas con los mejores delanteros de mundo, jamás le han expulsado.
Eso desmonta la teoría de aquellos que preconizan una presunta debilidad del cuerpo arbitral hacia el Madrid a la hora de ser severos en la aplicación del Reglamento. En España, Ramos ha visto 20 tarjetas rojas (18 en Liga, con 159 amarillas, y dos en la Copa). Con la Selección, ninguna. Y en Champions, tras 103 partidos, sólo tres (ante el Olympiakos cuando era un crío de 19 años recién fichado), ante el Galatasaray (en 2014) y la impuesta ante el Ajax (Mou le ordenó, junto a Xabi Alonso, buscar la doble amarilla para llegar limpios a octavos).
En el Barça, por ejemplo, a Piqué le han sacado siete rojas desde que juega allí, la tercera parte que a Ramos. Y a Busquets, otro caso válido, sólo una. Sin embargo, a Hierro le mostraron 14 rojas de blanco. Parece que ser jugador del Madrid no te da un blindaje a nivel disciplinario. Más bien al contrario...