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COPA LIBERTADORES

El ‘otro’ Barcelona triunfa en la Copa Libertadores

El conjunto ecuatoriano de Guayaquil ha eliminado a Palmeiras y Santos y ya está en semifinales. Fue fundado en los años 20 por un inmigrante español de Barcelona.
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El ‘otro’ Barcelona triunfa en la Copa Libertadores

Otro Barcelona -el de Guayaquil- está en boca de todo el mundo en Sudamérica. Sin un Messi, sin un Luis Suárez, el conjunto ecuatoriano avanza rondas de la Copa Libertadores con la facilidad con la que sus centrocampistas juegan y sus delanteros golean. Ya está en semifinales. Su última víctima ha sido Santos, ni más ni menos. El Peixe, que había logrado arrancar un empate en la ida de los cuartos de final en Guayaquil, acabó sucumbiendo en la vuelta ante un equipo que sueña con alcanzar el título de la Libertadores, el primero en su historia. Las dos finales perdidas, en 1990 y 1998, son hasta ahora sus mejores resultados en la competición. Pero Barcelona quiere más, ansía más. Y este año puede conseguirlo.

Liderados en el campo por el excepcional goleador uruguayo Jonathan Alvez, precisamente el autor del tanto de la victoria en Sao Paulo, y en el banquillo por el también charrúa Guillermo Almada, el Ídolo –como se conoce a Barcelona- ya ha eliminado a dos históricos del nivel de Santos y Palmeiras en las eliminatorias y a otros dos grandes de Sudamérica como Estudiantes de la Plata y Atlético Nacional, actual campeón de la Libertadores, en la fase de grupos. Una trayectoria magnífica que tendrá a Gremio en semifinales como último peldaño hacia la final. Jugadores talentosos en mediocampo como Oyola y Daniel Díaz, más una buena defensa asentada sobre el experimentado arquero Banguera, hacen del Ídolo un conjunto tremendamente poderoso.

Barcelona de Guayaquil fue fundado en los años 20 por Eutimio Pérez, un inmigrante español en Ecuador que decidió darle al club el mismo nombre de la ciudad que procedía. No sólo en eso es comparable al Barcelona de España, pues su escudo es prácticamente un calco al del club catalán. Lo que sí cambian son los colores de la camiseta. La suya luce un amarillo chillón en vez del clásico blaugrana de su club de origen. En octubre llegará el doble compromiso por el que los ecuatorianos buscarán meterse en la gran final de la Libertadores. Un éxito para el que se ven capacitados. No sólo el nombre le da relevancia a Barcelona; también, como han comprobado sus rivales, la fuerza de su conjunto.