A pesar de tener la obligación de hacer valoraciones a la televisión con derechos, ninguno de los hombres de Zidane dieron la cara tras la eliminación.
Las primeras muestras de ello se sintieron aún sobre el verde del estadio madridista, donde predominaban entre los jugadores blancos las caras de incredulidad y decepción, los mismos semblantes que en las gradas.
Tal fue el estado de los hombres de Zidane que ninguno quiso dar la cara ante la cámara de beIN SPORTS, medio por el que por obligación, en el propio césped y justo tras el pitido final, tienen que pasar.