FÚTBOL PERUANO
Hasta siempre Carlos 'Kukin' Flores
Desde los primeros partidos en que lo pude ver jugar en categorías de menores con el Cantolao, Carlos Flores ya era conocido como "Kukin" y como una futura estrella.
Desde los primeros partidos en que lo pude ver jugar en categorías de menores con el Cantolao, o cuando se hizo figura y artífice de varios títulos internacionales de menores en la copa Gothia de Suecia con el mencionado club, Carlos Flores ya era conocido como "Kukin" y como una futura estrella.
Unos años después y como jugador amateur en un club de liga distrital, me tocó enfrentarlo en alguna práctica contra Sport Boys y cuando integraba la selección peruana sub 17 que dirigía Titin Drago.
Desde dentro del "verde" se notaba que era diferente al resto, tenía una zurda prodigiosa, inventiva, gran capacidad para improvisar y hacer siempre lo inesperado. Pintaba como gran promesa de crack. Luego, ya el suscrito trabajando como periodista y él, consolidado como jugador, tuvimos muchas conversaciones y siempre hubo afecto y respeto mutuo. Era un buen muchacho, había nobleza en él, pero fue víctima desde niño, de un entorno convulsionado y de malas influencias que lo condujeron por caminos equivocados.
Probablemente una de las mejores maneras de conocer en resumen a Carlos Flores surge del partido por Copa Libertadores del 92 jugado en Medellín entre el Nacional, amplio favorito, y el Sport Boys en el que también destacaban el brasileño Marquiño, el portero paraguayo Jacinto Rodríguez y el goleador Germán Carty entre otros.
En aquella noche en el Atanasio Girardot, Kukin Flores con 17 años dio un recital de juego y de coraje, anotando además el 1-2 parcial de los rosados. El presidente del cuadro del puerto por esos años, mi querido amigo Beto Levy, fallecido ya, me lo contó así: "El estadio hervía, se jugaban los últimos minutos y el 2 a 2 era muy bueno para nosotros, la hinchada local nos hostilizaba, todos queríamos que el juego ya termine pero Kukin con sus 17 años, se encaraba con los rivales, apuraba a los recogebolas, lejos de quemar tiempo, agilizaba las acciones porque estaba convencido de que se podía ganar. Todos teníamos miedo del entorno, menos él".
Quizás esa falta de límites y su poca conciencia de los riesgos, lo llevaron a tomar decisiones equivocadas que no lo favorecieron en lo profesional. Seguramente, en mejores ocasiones, habrá tiempo para abordar su caso y las lecciones que se pueden extraer del mismo.
Hoy no toca. Hoy simplemente nos aborda la tristeza. Que una vida se vaya con apenas 44 años siempre es una tragedia, más todavía cuando se lleva tantas emociones provocadas en corazones peruanos.
Hasta siempre Carlos Flores, gracias por esas alegrías y por tu amistad. Nunca te olvidaremos. Desde aquí nuestras condolencias a sus familiares y amigos. Descansa en paz Kukín. Lo mereces.