LIGA 1
Comisión de Justicia de la FPF: ciega y sordomuda
La "agresión mutua" entre Herrera y Maldonado deja claro que la Liga 1 tiene ciertos déficits técnicos y un cuestionable sentido de la justicia.
Ha sido por lo menos insólita la decisión de la Comisión de Justicia de la FPF de sancionar con una fecha de suspensión a los expulsados Emanuel Herrera y Luis Maldonado por presunta agresión mutua en el partido Sport Huancayo - Sporting Cristal.
Hay varios temas para considerar ante este episodio:
Que Maldonado mordió a Herrera no se puede refutar. Está en el informe del árbitro y está la huella en la pierna del delantero rimense. Que Herrera haya agredido en cambio genera muchas dudas. En todo caso, de lo poco que se puede ver, parece haber una reacción para zafar de la acción previa de su rival en el forcejeo.
Sporting Cristal ha intentado infructuosamente, lograr que a Herrera se le quite la suspensión por considerar que fue una expulsión injusta. Ello supondría que la Comisión de Justicia enmiende una decisión arbitral. Para muchos algo imposible, pero que no solo tiene sus antecedentes, sino que además debe ser práctica común si se trata de impartir justicia. La petición fue denegada y Herrera no estará ante Alianza Lima.
Lo que sí resulta absurdo es que a un jugador que mordió a un rival -más aún con el antecedente del episodio entre Suárez y Chiellini con 9 fechas de suspensión para el uruguayo como colofón- lo sancionen solo con ausentarse una fecha. Hay algo que anda mal allí.
Una Comisión de Justicia no puede poner en el mismo nivel punitivo un acto así de incivilizado, con -por ejemplo- el caso de un jugador que reciba dos tarjetas amarillas. Para ser más claros: la sanción a Maldonado no puede, en ningún caso, ser la misma que a Herrera. Eso es aberrante. Preocupa el tema porque lejos de generar confianza con fallos adecuados, esta comisión está despertando suspicacias que a nadie le hacen bien.
Cabe invocar a la FPF un especial cuidado con estas decisiones y la necesidad de exigir elementos visuales concretos para situaciones tan controversiales; porque además deberían servir justamente como elemento probatorio para reducir la posibilidad de groserías como la que abordamos aquí. Que la CJ use - post partido - de forma frecuente el vídeo para corregir errores u omisiones en temas disciplinarios. Se trata de impartir justicia, no de eludirla por la vía fácil. Eso redundará también en una mejor conducta de los futbolistas y en una mejor labor arbitral.