ALIANZA LIMA
Alianza Lima se deprime
El conjunto aliancista ha empezado la temporada dejando muchas dudas. La plantilla es demasiado corta y Miguel Ángel Russo no acaba de dar con la tecla.
No es descabellado decir que Alianza Lima vive uno de los peores momentos de su última década. Los números en este inicio de temporada son indiscutibles: solo ha ganado tres partidos de trece que ha disputado, todos ellos en Liga 1. Además, atraviesa un pésima racha de ocho partidos sin victoria, de los que ha perdido seis y ha empatado dos. Números que no se ajustan a la grandeza de un equipo cuyo primeros objetivos era luchar por el Apertura y pasar de primera fase en Libertadores. Con esta dinámica, parece imposible que pueda conseguir ninguno de ellos.
Los problemas vienen desde el mercado de fichajes. La incorporación de Miguel Ángel Russo como director técnico despertaba muchas esperanzas en la afición. Un entrenador con recorrido internacional y que ha conseguido grandes logros. Sin embargo, todo empezaba a torcerse con los fichajes que solicitó. El argentino pidió reforzar algunos puestos pero la directiva no pudo incorporarlos.
A pesar de todo, llegaron algunos buenos futbolistas como es el caso de Pedro Gallese o Wilder Cartagena, y el comienzo de la temporada despertaba el optimismo. Tres victorias en Liga 1 y un empate ante River Plate en Copa Libertadores dejaban la sensación de que era posible hacer algo grande. Nada más lejos de la realidad, la acumulación de partido empezó a notarse y desde entonces no se ha vuelto a ganar.
Además de los problemas de plantel, Miguel Ángel Russo no está siendo capaz de dar con la tecla. El equipo es demasiado frágil en defensa (ha recibido 20 tantos en los últimos siete encuentros) y en ataque, aunque no tiene tantos problemas, suele atascarse ante defensas cerradas.
El panorama parece desolador, pero también hay motivos para la esperanza. El equipo ha dejado momentos de buen fútbol durante algunos partidos, mereciendo la victoria en alguno de ellos. Todo pasa por reencontrar la fórmula que, en el arranque del año, mostró su valía.