COPA AMÉRICA
Perú pierde el orden
El equipo de Ricardo Gareca ha perdido la solidez tanto ofensiva como defensiva que le permitió jugar el Mundial de Rusia. Gareca tiene días para recuperarla.
Es un auténtico lamento que una selección del potencial de Perú llegue a la Copa América de Brasil envuelta en dudas. La derrota por goleada ante Colombia dejó al plantel y a su técnico en mal lugar con el inicio del torneo a la vuelta de la esquina. Los errores y altibajos sufridos durante los últimos meses no se han corregido cuando quedan días para debutar ante un rival en clara progresión como Venezuela. El cuerpo técnico se desespera, trabajando horas extras para encontrar soluciones y devolver la identidad a un equipo que la ha perdido.
El principal problema que ha tenido al Blanquirroja a lo largo de los últimos partidos disputados es la pérdida del orden. La entrada y salida de jugadores del once, debido tanto a pruebas como a lesiones, han desarbolado a un equipo que funciona bien cuando se mantiene la mayor parte del bloque considerado titular. Sin embargo, ha sido muy difícil juntar a todos y ahora lo está pagando. Por eso, los últimos días de entrenamiento serán más intensos de lo habitual, intentando retomar conceptos.
Ante Colombia, rival directo en la Copa América, se vio un equipo desesperado en ataque y que dejaba demasiados espacios en defensa a un equipo de gran calidad. Líneas muy separadas y transiciones demasiado lentas, dos contratiempos que ha sufrido Perú cuando durante los últimos años habían sido señas de identidad. Esto dejó marcado a Gareca, que se ha centrado en trabajar ambos aspectos, siempre con los detalles propios que presenta el debut.
Hay otros dos elementos que preocupan. El primero es la contundencia defensiva que Perú tenía con Ramos y Rodríguez y que ha perdido sin ellos. Los centrales que tiene Gareca tienen grandes condiciones, pero les falta cierta confianza a la hora de robar y llegar al cruce. El segundo es la capacidad de reacción, algo que ha Perú siempre le ha fallado. Cuando va por detrás en el marcador, situación común pero delicada, a la Blanquirroja le cuesta regresar a los partidos. Con todos estos puntos en la cabeza, el cuerpo técnico y los jugadores se esfuerzan al máximo sabiendo que no hay margen.