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SELECCIÓN PERUANA

Ganar a Brasil: el gran reto de Perú y Gareca

Tras una victoria valiosa ante Bolivia, los de Gareca tienen un lindo reto al frente con la oportunidad de retomar su capacidad de competir bien.

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Peru's national football team holds a training session in Sao Paulo, Brazil, on June 20, 2019, during the Copa America football tournament. (Photo by Nelson ALMEIDA / AFP)
NELSON ALMEIDAAFP

La selección peruana de fútbol se alista en São Paulo para afrontar su último duelo del grupo ante el anfitrión Brasil. Tras una victoria valiosa ante Bolivia, tanto en el marcador como en la mejora de la propuesta, los de Gareca tienen un lindo reto al frente con la oportunidad de retomar su capacidad de competir bien y aspirar a ganar ante todo rival. El partido sin embargo amerita un análisis que va más allá e involucra el devenir del torneo para la Blanquirroja.

Se puede presentar la situación de que Perú juegue el partido ya clasificado, por lo menos, como uno de los mejores terceros. Si y solo si se presenta esa situación, ameritaría que el técnico evalúe la necesidad de poner en riesgo de recibir una tarjeta amarilla más y acarrear suspensión en cuartos de final, a jugadores como Tapia, Guerrero e incluso el lesionado Zambrano.

Es evidente que todos quieren estar en un partido así. En ese nivel de exigencia. Está claro también que los jugadores tienen que trabajar el control de sus emociones y aprender a evitar tarjetas en situaciones límite. Aún así, si se llega a clasificar antes del sábado, Gareca, en mi opinión, tendría que evaluar si envía a los mismos que tiene pensados hoy. Para redefinir si se carga la prioridad en el duelo ante Brasil o se dosifica el plantel con la mira puesta en el partido de cuartos. Y es que, por ahora, sólo se contempla un cambio para el próximo encuentro: Araujo en sustitución de Zambrano.

Con el retorno del sistema 4-2-3-1, Perú volvió a la solidez defensiva y tuvo momentos en los que recuperó el desequilibrio que le sumó la buena asociación, la contundencia y provocar preocupación constante en la defensa boliviana. Está claro igualmente, que enfrentar a Brasil no es lo mismo, pero ha sido muy oportuno que el equipo muestre, al menos por pasajes, su mejor juego.

La ruta desde allí tiene que ser hacia arriba. Manteniendo el estado de alerta a lo que suceda hasta el viernes y apuntando siempre como prioridad mejorar partido a partido y asumir cada encuentro como una nueva oportunidad de aceitar la maquinaria y encontrarle nuevas piezas. Si al frente está Brasil, mejor aún. Y suceda lo que suceda, a seguir la marcha sin dramas.