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PERÚ 3-0 CHILE

Perú golea a Chile y accede a la final de la Copa América

La selección peruana hizo un gran primer tiempo, en el que sacó diferencia suficiente para imponerse a Chile. Luchará por el título después de 44 años.

Actualizado a
La selección peruana hizo un gran primer tiempo, en el que sacó diferencia suficiente para imponerse a Chile. Luchará por el título después de 44 años.
Alexandre SchneiderGetty Images

Perú sigue haciendo historia. El grupo que ha armado Ricardo Gareca empezó a construir su leyenda clasificando a un Mundial después de 36 años y tiene la chance de coronarla ganando una Copa América después de 44. Chile, el rival de toda la vida, el favorito de la contienda, no pudo con el excelso juego de los peruanos en una de las mejores primeras partes que se le recuerdan y se fue goleado, después de un merecidísimo baño de humildad.

El equipo de Gareca salió mucho más enchufado en el primer tiempo, como si el triunfo frente a Uruguay hubiera sido una inyección de gasolina. La Roja, en cambio, lució agotada tras el maratónico encuentro frente a Colombia, y nunca pudo plantarse en el campo.

Gareca sorprendió a muchos saliendo a presionar y buscando cortar los circuitos de pase chilenos desde la salida. Los jugadores peruanos llegaban un segundo antes en todas las jugadas, lo que terminó por desorientar completamente a sus rivales. Ya desde el segundo minuto de juego, en que Paolo Guerrero habilitó magistralmente a Christian Cueva, la blanquirroja anunció lo que pasaría después.

Lo del capitán peruano es, a estas alturas, muy poco sorprendente aunque no por eso menos deslumbrante: cuando juega por Perú, Paolo Guerrero es un delantero de élite mundial. A ese nivel, podría jugar en cualquier equipo del mundo. El atacante del Inter participó en casi todas las jugadas de ataque de Perú, haciéndose eje de la ofensiva. Guerrero es el alma y el cerebro del ataque peruano.

Por las bandas, Carrillo y Advíncula anunciaban su buen ritmo por el lado derecho. El primer tanto llegó después de una ocasión fallada por Edison Flores en la banda izquierda. En la continuidad de esa jugada, un centro desde la derecha fue desviado por Paolo y el Oreja tuvo otra oportunidad, pero esta vez de primera, en el área, sin tener que pensarlo: como le gusta. Nada que hacer para el portero Arias.

Chile encajó muy mal el primer gol peruano. Su desorientación inicial se agudizó y Perú tomó confianza. Los de Gareca siguieron cortando cada pase, cada jugada en salida, y no dejaron de llegar. Salvo un casi-gol olímpico de Alexis, Chile tuvo apenas llegadas, aunque empezó a controlar las acciones. Era evidente que la presión de la primera media hora había cansado a los peruanos; pero fue igual de evidente que el poco acierto de los chilenos en casi todas las facetas del juego.

El ritmo del partido, impuesto por Chile, era engañoso, porque Perú esperaba agazapado para salir a la contra. De esa forma llegó el segundo, al 39’, tras un larguísimo pase de Zambrano que Carrillo consiguió alcanzar antes que Arias. André, al que se le suele criticar sus malas decisiones en los últimos metros, sacó un centro preciso para la adiestrada zurda de Yotún, que hundió el balón de volea ante un arco vacío.

Gallese y Zambrano fueron demasiado

Como era de esperarse, la tónica del segundo tiempo fue totalmente distinta: Chile metió a un delantero por un mediocampista y salió con el cuchillo entre los dientes. La lesión de Edison Flores en el minuto 50’ desordenó a los de Gareca, por más que Christopher Gonzáles ocupó el mismo lugar que el autor del primer gol peruano.

La roja llegó y llegó, con un cabezazo impecable de Vargas que pegó en el palo, primero, y un par de remates de fuera del área. La más clara para los chilenos se produjo en el minuto 75, cuando, tras una pérdida de Perú en ataque, Pedro Gallese le detuvo un mano a mano de nuevo a Vargas. Ni siquiera un cabezazo cerca del área chica de Vidal ni un latigazo de Alexis pudieron con el portero peruano, que volvió a hacer un partido impecable, como ante Uruguay.

La figura de Gallese se hizo tan grande como la de Zambrano. La defensa peruana compensó la falta de ideas y el cansancio en ataque, y se volvió infranqueable. Su penal atajado a Vargas se veía venir, y fue un llamado de atención a la insolencia del chileno. Lección: no se tira un Panenka perdiendo 0-3 en un clásico.

Todavía faltaba un protagonista: el gran Paolo, que cerró la goleada con un gol que hace suspirar a un país, que recuerda sus mejores momentos y que ya vive con nostalgia de un presente de ensueño.

El público bicolor terminó haciéndole “olés” al clásico rival. Perú está de vuelta en una final después de 44 años, y se deshizo, de una vez por todas, de su fantasma más temido.