COPA LIBERTADORES
Ceremonia a lo grande en el estadio Monumental
El estadio Monumental lucía lleno desde horas antes del inicio. Fito Páez, Tini Stoessel, Anita y Sebastián Yatra cantaron “Y dale alegría” de Fito Páez.
Flamengo y River Plate son locales en Lima. Cada afición ocupa casi la mitad del estadio, aunque los hinchas del equipo son los más bulliciosos. Eso puede explicarse en que muchos de ellos consideraron más accesible llegar a Lima que a Santiago, donde se esperaba una mayoría argentina.
Ya desde las afueras del Monumental, en el distrito de Ate, se sentía una mayor energía de parte de la hinchada carioca, que, en poco menos de dos días, copó por completo las calles de Miraflores y San Isidro, los distritos hoteleros por excelencia en Lima. Son ellos los que están aquí, en el Monumental, por el momento opacando los cánticos de los argentinos.
Se espera un lleno total en el estadio de Universitario: salvo algunos palcos cuyos dueños no llegaron a alquilar, no cabrá un alfiler en la final única, que empieza a las 15:00. Ambos equipos ya confirmaron sus alineaciones iniciales.
Ceremonia de inauguración
Un himno futbolero que ha trascendido las fronteras del mundo abrió la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y River Plate. “Y dale alegría”, cántico que varios clubes del planeta han adaptado, sonó con todo en el Monumental. Fito Páez, compositor de la canción, lo cantó acompañado de Anita, Tini Stoessel y Sebastián Yatra.
Los hinchas del Flamengo no se mostraron demasiado entusiasmados con la elección del tema, dado que es un éxito argentino, por más que lo contaron también artistas brasileños. En ningún momento dejaron de pitar el concierto de la canción de Fito.
Después, una inmensa réplica de tela de la Copa Libertadores ocupó todo el centro del campo, tras lo cual bandas con los colores de cada equipo animaron al público presente. Un “ejército” de stormtroopers -personajes de la Guerra de las Galaxias- dieron inicio al ingreso de los árbitros y los planteles, que flanquearon la copa antes de empezar la gran final.