Alianza Lima supera a Sporting Cristal en el último suspiro

Con un Matute vestido de gala para la ocasión, Alianza Lima no estuvo a la altura de las expectativas y sufrió para ganar en el último suspiro a un Sporting Cristal más sólido e incisivo. El poco acierto de los celestes en ataque y la buena actuación de Pedro Gallese le dio vida a un equipo blanquiazul que aprovechó la más clara que tuvo y castigó gracias a un buen cabezazo de Aldair Fuentes.

Desde el arranque del partido, Cristal lució más enchufado que Alianza. Los celestes manejaban mejor el balón en el centro del campo, en el que los locales se vieron claramente superados. Christofer Gonzáles, con su movilidad por todo el frente de ataque, se volvió difícil de controlar para una primera línea de volantes blanquiazul endeble y desordenada, igual que la defensa.

El equipo de Manuel Barreto, a diferencia de lo que solía hacer en el Clausura, logró convertir el domino y el control del juego en llegadas. Pedro Gallese tuvo que sacarle un mano a mano a Palacios después de desviar un gran tiro libre de Ortiz sobre el ángulo izquierdo del portero de la selección.

Alianza intentaba llegar de contragolpe, buscando las diagonales de Quevedo y Felucho, pero no lo conseguía porque la defensa celeste estaba siempre bien colocada y debido a la poca claridad en el pase. En ese sentido, Cartagena y Fuentes estuvieron muy erráticos, lo que hizo echar de menos la claridad de Cruzado o ‘Cachito’ Ramírez.

La visita cerró el primer tiempo encima del campeón del Clausura, y arrancó la segunda parte de la misma forma. Durante los primeros 15 minutos del segundo tiempo, el dominio de Cristal fue aplastantes. Los celestes metieron al cuadro victoriano en su área, llegando por las dos bandas y también por el centro, en un despliegue de buen fútbol del mediocampo visitante, pero sus llegadas se estrellaron con Gallese y el poste, en una ocasión.

Una vez que pasó el envión de los celestes, Alianza pudo por fin hacerse del balón y jugar a su ritmo. El problema es que ese ritmo, durante la mayor parte del partido, fue demasiado lento, sin sorpresas, predecible. Sólo Quevedo consiguió romper la monotonía del juego blanquiazul en un par de ocasiones, además de algún disparo lejano que Patricio Álvarez controló bien. Sobre el final, cuando parecía que el partido terminaba en blanco, Aldair Fuentes aprovechó un gran desborde de Beltrán y marcó, de cabeza, el único tanto de la tarde. La vuelta se jugará el próximo miércoles en el Estadio Nacional.