Sporting Cristal sufre para ganar a Cusco FC en casa

Con mucha razón, la hinchada de Sporting Cristal hizo sentir a sus jugadores y, sobre todo, a su cuerpo técnico, que las cosas tienen que cambiar radicalmente si quieren que la relación se salve. Tras el papelón de los celestes frente a Barcelona por la Copa Libertadores entre semana, el único resultado que servía para calmar las aguas era un triunfo contundente, y el cuadro de Barreto no lo consiguió. Con goles de Sandoval, Herrera y Ortiz, Cristal superó 3-2 a un Cusco FC que se metió sobre el final del partido.

Con la presión de su gente, era importante que los rimenses marcaran rápido y lo lograron. Después de un balón luchado por Herrera en al área rival, Kevin Sandoval aprovechó el rebote y anotó el primero. Trece minutos después, con la confianza del gol y la superioridad técnica de sus futbolistas, Cristal controló por completo el trámite del partido y marcó rápidamente el segundo, gracias a una buena definición de Herrera, que no marcaba desde abril del año pasado.

Sólo cinco minutos después, el goleador del 2018 habilitó con mucha elegancia a Titi Ortiz quien, tras realizar una buena diagonal hacia adentro, definió con sutileza sobre el portero Pretel. El 3-0, al descanso, era un resultado absolutamente justo, pero la hinchada local no dejó de hacer sentir permanentemente su disconformidad con las decisiones de la directiva y el cuerpo técnico. El Extremo Celeste no quiere más a Barreto en el Gallardo y se lo ha hecho saber de todas las formas posibles.

En la segunda parte, Cristal pudo marcar dos o tres goles más, pero la ineficacia de sus atacantes le dio vida a Cusco FC, que descontó en el 68’ a través de Danilo Carando. A los 91’, Paniagua marcó el segundo de los cusqueños, lo que terminó por enfurecer por completo a los aficionados rimenses. Aún así, ya era muy tarde para darle la vuelta al marcador. Los celestes aseguraron sus primeros tres puntos del Apertura y deberán empezar a pensar en el milagro que supondría conseguir remontar la serie frente al Barcelona en Lima. Por el momento, todo es una utopía.