SELECCIÓN PERUANA
El retorno de Farfán pone a la FPF en el ojo de la tormenta
El futbolista ingresó al país por Tumbes, a pesar de que las fronteras están cerradas y de que miles de compatriotas siguen varados y no pueden retornar.
Los medios nacionales cubrieron el retorno de Jefferson Farfán a Lima como una buena noticia. Después de todo, el futbolista de la selección, cuyo vínculo con el Lokomotiv de Moscú terminó hace algunos días, se iba a poner, por fin, a disposición del cuerpo técnico de la FPF para seguir en forma de cara al eventual inicio de las eliminatorias.
Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, se pasó por alto un detalle no menor: que Farfán había vuelto de Rusia e ingresado al país por la frontera norte con el Ecuador, en la ciudad de Tumbes, y junto con su novia, la cantante Yahaira Plasencia. El asunto es que las fronteras están cerradas por la pandemia y el regreso de Jefferson, al no ser considerado como humanitario, no debió haber procedido.
El periodista Nicolás Salazar llamó la atención sobre esto en twitter y recibió una comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores en la que se precisaba que era la FPF la que había coordinado el retorno de Farfán, su novia, el futbolista Willyan Mimbela, un ciudadano peruano y otro colombiano.
¿Cómo fue posible que la FPF lograra un permiso tan rápido? ¿Cómo consiguieron estos cinco personajes un vuelo humanitario cuando miles de peruanos siguen en lista de espera, varados en otros países y luchando por volver a ver a sus familiares, a recuperar sus trabajos, a atender a sus adultos mayores? La FPF tiene mucho que explicar y, para variar, no lo ha hecho. Tampoco el Ministerio de Relaciones Exteriores.