Alianza sufre para batir a Deportivo Llacuabamba

Alianza Lima necesitaba un triunfo como el aire y lo consiguió después de mucho sufrimiento frente a un Deportivo Llacuabamba que estuvo cerca de prolongar el mal momento de los íntimos. Patricio Rubio y Carlos Ascues, los jugadores más consolidades del equipo, salieron al rescate de los blanquiazules, que ganaron tres puntos que también son oxígeno para el cuestionado Mario Salas.

Ya desde el principio del partido, Alianza se mostró tan desorientado como en los partidos anteriores. Está claro que la moral del equipo está tocando mínimos preocupantes, por más que Salas siga intentando encontrar su once ideal en medio de la crisis de resultados de los blanquiazules.

En el primer tiempo, Alianza mostró todos los defectos que ha padecido desde que retornó la Liga 1. En defensa, sus futbolistas lucieron lentos y descoordinados en cada cruce y achique; en salida, perdieron muchísimas pelotas que se convirtieron en contragolpes de Llacuabamba; y en ataque, estuvieron muy poco claros de cara al arco rival.

Del otro lado, Llacuabamba se mostró como un equipo con velocidad para atacar y con un delantero, Alex Varela, capaz de preocupar a la defensa aliancista cada vez que se lo proponía. Aún así, el cuadro norteño no fue preciso en la definición y se encontró con un buen Ítalo Espinoza quien, a pesar de haber tenido una noche para el olvido en la Libertadores a mitad de semana, fue la figura del primer tiempo.

La segunda parte no fue demasiado distinta a la primera, a pesar de que Alianza intentó mostrar más intensidad en los minutos iniciales del complemento. Rápidamente, Llacuabamba volvió a tomar el control y empezó a llegar al área de los íntimos, que no encontraban cómo defenderse de los ataques de su rival.

Salas logró influir en el partido con el ingreso de Oslimg Mora, que, por la banda derecha, consiguió desequilibrar a Llacuabamba. El extremo desbordó bien por su flanco y sacó un centro rasante que Patricio Rubio desvió bien después de ganar la carrera a los centrales rivales. El chileno marcó su segundo gol del torneo en el minuto 76, cuando parecía que Alianza no conseguía levantar la cabeza.

Pocos minutos después, luego de luchar un balón en el área, Carlos Ascues le pegó de media vuelta y la colgó en el ángulo izquierdo de Ramírez, en lo que los comentaristas de otros tiempos definirían como un “gol de otro partido”. El 2-0 terminó por liquidar un encuentro que fue muy complicado para un equipo íntimo que sigue sin cuajar, aunque logró hilar dos triunfos consecutivos por primera vez en la Liga 1.