MANNUCCI 1 - 0 ALIANZA LIMA
Alianza juega con fuego
Los íntimos cayeron por cuarta vez consecutiva, esta vez ante Mannucci, y deberán ganar en la última jornada si quieren mantener la categoría.
Alianza Lima está muy cerca de bajar a la segunda división por primera vez en más de 80 años. El cuadro de La Victoria cayó 1-0 frente a Mannucci, en la que fue su cuarta derrota consecutiva, y se encuentra empatado en puntos con Carlos Stein, el último equipo en descender, con una fecha por jugarse. Alianza enfrentará a Sport Huancayo en un partido en el que se juega su historia.
A diferencia de los partidos anteriores, los de Daniel Ahmed salieron muy enchufados y buscando el gol a toda costa. Arroé le dio creatividad a un mediocampo habitualmente parco y predecible, pero la furia duró muy pocos minutos. Después de asediar a la defensa trujillana por un momento, Alianza volvió a ser el equipo que se metió solo a la lucha por no descender: desorientado, torpe, sin actitud.
Manucci, sin demasiado, desnudó todos los defectos del cuadro de La Victoria, que no encontró solidez defensiva ni chispa ofensiva. A los 40’, Osnar Noronha aprovechó dos errores consecutivos de la línea trasera aliancista -sin duda, una de las peores del torneo- y definió con calma frente a un vencido Leao Butrón. Alianza volvía a irse al descanso por debajo en el marcador y sin ninguna idea de cómo voltear la situación.
Daniel Ahmed intentó espabilar a su equipo con cambios ofensivos pero tampoco le funcionaro. Era como si todas las derrotas acumuladas y las jugadas desafortunadas hubvieran causado un daño permanente en los jugadores aliancistas, ya sin energías ni ánimos para remontar. La segunda parte fue, en realidad, una prolongación de la primera: un largo lamento pintado de un opaco color blanquiazul.
El 1-0 final hunde a los íntimos en la tabla del acumulado: se encuentran empatados con Carlos Stein y un punto por encima de Atlético Grau, equipos que todavía, como Alianza, luchan por mantener la categoría. El descenso ya es más que una amenaza: es una realidad. El equipo de La Victoria juega con fuego y con el corazón de millones de peruanos.