NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CIENCIANO

17 aniversario de Cienciano campeón de la Sudamericana

Hoy se cumplen 17 años de la Copa Sudamericana que ganó Cienciano, el último gran torneo internacional que se adjudicó un equipo peruano.

Actualizado a
17 aniversario de Cienciano campeón de la Sudamericana
REUTERS

Fue la última vez en la que todo el país se puso la camiseta de un club. Cada ciudad del Perú se paralizó el 19 de diciembre de 2003, cuando Cienciano del Cusco enfrentó, en Arequipa, a River Plate en la final de la Copa Sudamericana. Era el último capítulo de una aventura improbable, una hazaña deportiva histórica, un sueño que nadie se había atrevido a soñar.

El equipo cusqueño empezó su periplo frente a Alianza Lima, cuando el certamen continental obligaba a clubes del mismo país a eliminarse en la primera ronda. Cienciano no tenía un equipo con futbolistas de renombre, aunque, desde la primera eliminatoria, mostró que contaba con un ingrediente distinto: una motivación inquebrantable.

El gran responsable de eso fue Freddy Ternero, su director técnico. El entrenador, que tenía un largo recorrido por los banquillos de muchos clubes peruanos, se consagró como un gran motivador. Convirtió un equipo con una cantidad muy limitada de talento en un hueso casi imposible de roer, y que, partido a partido, se fue convenciendo (y con eso, a todo un continente) de que podía llegar muy lejos.

Cienciano superó a Alianza en Cusco y en Lima, con lo que le tocó enfrentarse a la Universidad Católica. En Cusco, los de Ternero aplastaron a los chilenos por 4-0, en una actuación en la que algunos jugadores empezaron a construir su leyenda: Germán Carty, el veterano delantero de mil batallas; Paolo Maldonado, el pequeño cerebro del mediocampo; Julio García, una de las zurdas más finas del país; y Carlos Lugo, el central más paraguayo de todos.

En Santiago, los cusqueños cayeron 3-1 y clasificaron a cuartos, donde todos pensaban que se acabaría el sueño. Menos ellos. En frente estaba el Santos de Robinho, Diego, Elano y compañía. En Sao Paulo, con autogol de Alex, Cienciano consiguó un buen empate que refrendó días después frente a un estadio Garcilaso repleto, en el que se impuso por 2-1 a los brasileños.

La llave de semifinales frente al Atlético Nacional encontró a un equipo tan convencido que parecía imposible que perdiera. Paolo Maldonado firmó el mejor gol del Cienciano en esa Sudamericana para sellar el 2-1 en Medellín. En la vuelta, Germán Carty, quien se coronaría como el goleador del certamen, marcó el único tanto del partido, con el que los cusqueños clasificaban a la final de la Copa.

Ahí esperaba el River Plate de Manuel Pellegrini, un equipo plagado de estrellas y el gran favorito para llevarse el título. Javier Mascherano, Maxi López, Marcelo Salas, Lucho Gonzáles y Marcelo Gallardo eran solo algunos de los futbolistas que integraban el plantel del millonario. En un Monumental repleto, se llevó a cabo el mejor partido de la Sudamericana: River y Cienciano empataron 3-3, con lo que la final, a cerrarse en el Perú, quedaba totalmente abierta.

La Conmebol no permitió que Cienciano jugara en el Cusco por el aforo del estadio Garcilaso, así que tuvo que irse a Arequipa, en donde concretó la hazañana frente a 45 mil espectadores en el Monumental de la UNSA. El épico triunfo llegó a poco más de diez minutos para el final, cuando un tiro libre de Lugo se coló en el arco de Costanzo. Los cusqueños terminaron ese partido con nueve hombres, pero eso no importó: su corazón era tan grande que nadie pudo romperlo. Fue la última gran hazaña de un equipo peruano y, lamentablemente, a 17 años de ese gran día, parecemos estar más lejos que nunca de algo semejante.