PERUANOS EN EL EXTRANJERO
Cueva juega con fuego
El mediocampista se volvió a quedar sin equipo. Cada vez está más devaluado en el mercado. De seguir así, perderá su lugar en la selección.
La carrera de Christian Cueva comienza a parecerse demasiado a las de un sinfín de futbolistas peruanos a los que les sobraba el talento pero les faltó juicio. El mediocampista de 29 años fue una de las piezas clave para que Perú logre su primera clasificación a un mundial en 36 años, pero la hazaña para llegar a Rusia 2018 cada vez queda más lejos.
Cueva volvió a ser separado de un club esta semana: esta vez, el Yeni Malatyaspor de Turquía decidió prescindir de sus servicios para la temporada entrante, con lo que el futbolista se vio obligado a regresar al Perú, donde se entrena de forma individual en Trujillo, su tierra y donde vive toda su familia.
A sus 29 años, Cueva acumula líos en casi todos los clubes de los que formó parte: se fue mal de Santos, tropezó en Pachuca y ahora se va por la puerta falsa del competitivo fútbol turco. El seleccionado nacional no puede vivir del crédito que consiguió en las eliminatorias para Rusia, pero eso no parece haber quedado claro ni para él ni para su entorno.
Conforme pasa el tiempo, las posibilidades para uno de los jugadores peruanos más talentosos de los últimos tiempos se reducen. Brasil y México parecen ya mercados cerrados, mientras que nunca dio la talla en Europa. Sus altas pretenciones económicas lo alejan de clubes nacionales y de la región, por lo que la MLS parece ser la única alternativa viable para conseguir continuidad en una liga medianamente competitiva.
Hace un par de días, corrió el rumor del que el Cienciano del Cusco lo tenía en sus plantes, pero desde la directiva del club cusqueño negaron cualquier acercamiento. Tampoco parece probable que firme por la César Vallejo, equipo trujillano que lo ha cortejado en algún momento. Regresar al fútbol peruano implicaría un innegable retroceso en la carrera de un futbolista que, por edad, debería estar viviendo sus mejores años. Por el contrario, Cueva parece estar cada vez más lejos de la élite, donde lo necesita -a gritos- la selección peruana. Una pena por él y por la blanquirroja.