NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

PERÚ: FÚTBOL FEMENINO

El fútbol femenino, entre el olvido y el amateurismo

Las jugadoras de la liga de fútbol femenino no tienen el permiso del gobierno para entrenar debido a que no es considerado un deporte profesional.

El fútbol femenino, entre el olvido y el amateurismo

Las futbolistas peruanas siguen en pie de lucha para lograr la profesionalización de su deporte en un país en el que sigue quedando claro que el Estado -en casi todos los ámbitos- no las considera iguales a los hombres. Si bien los equipos masculinos de la Liga 1 consiguieron rápidamente sus permisos para realizar sus pretemporadas en burbujas sanitarias, no es el caso de los femeninos, que pierden la oportunidad, día tras día, de ponerse en forma.

La situación es grave, muy grave, no solo porque las mujeres deberían tener los mismos derechos que los hombres, sino porque clubes como Universitario de Deportes, que ha logrado clasificar a la Copa Libertadores que empieza en marzo de este año, llegarán en pésimas condiciones a un certamen que le otorga el merecido prestigio al fútbol femenino en el continente.

En ese sentido, las futbolistas de la 'U' presentaron un comunicado en el que reclaman que la Federación Peruana de Fútbol (FPF) le otorgue los mismos perrmisos que a sus compañeros de club. En el documento, las jugadoras señalan que el equipo femenino cumple con los mismos protocolos que el masculino para realizar una concentración a modo de burbuja sanitaria pero, por alguna razón, la FPF negó la solicitud de replicar la situación de los hombres.

Posiblemente, la negativa de la FPF tenga que ver con que el fútbol femenino no tiene todavía la condición de deporte profesional, lo cual, a estas alturas, es un insulto y una falta de respeto para las deportistas que dedican su vida a cumplir el sueño de aprovechar, como los hombres, el talento único que tienen. Es urgente que el fútbol femenino se profesionalice y que las jugadoras reciban el mismo trato que los jugadores: en un mundo en el que se lucha día a día por la equidad, es ridículo y triste seguir viendo estas situaciones en nuestro país.