RENTISTAS 0 - 0 CRISTAL
Cristal regala dos puntos
Los celestes volvieron a jugar muy mal y sumaron un punto que sabe a poco. Corozo tuvo el triunfo. Ahora la meta es clasificar a la Sudamericana.
Lo de Sporting Cristal en la Copa Libertadores es un lamento prolongado. Un largo sollozo que va perdiendo fuerza. En ocasiones, una mala broma. El cuadro celeste tuvo todo para ganarle a un extremadamente limitado Rentistas en Montevideo pero se debió conformar con un empate pírrico, un punto que no sabe a nada, un resultado amargo que suena a corolario de otra terrible experiencia continental.
Roberto Mosquera tuvo que arreglárselas con innumerables obstáculos en la previa y en el inicio del partido: las ausencias de Irven Ávila, Gianfranco Chávez, de Marcos Riquelme, que estaba en la hoja del partido pero no pudo jugar, y la de Percy Liza, su reemplazante, que se lesionó a los 15’, dejaron muy tocado a un equipo ya de por sí bastante limitado. Cristal debió parchar huecos y no supo hacerlo.
En frente, tuvo a un rival que no creó ni una sola ocasión de peligro. A Rentistas le bastó con agrupar sus líneas y aguantar el resultado, y ni siquiera lo hizo tan bien: Cristal tuvo varias ocasiones claras, casi todas en los pies de Washington Corozo -que sigue sin justificar su condición de indiscutible en el once-, pero perdonó como viene haciéndolo en todo el campeonato.
El ecuatoriano tuvo un mano a mano soñado en el inicio del partido pero lo falló inexplicablemente. Los celestes jugaron realmente mal en la primera parte, peor incluso que su rival, pero lograron que no les generaran ocasiones. En la segunda, el equipo salió a buscar desesperadamente el triunfo, pero ni Corozo, ni Hohberg, ni Grimaldo, que ingresó cerca del final, estuvieron finos de cara al arco.
El empate mantiene a Cristal en el sótano del Grupo E, con un punto, detrás de Rentistas, con dos, Racing, con cinco, y Sao Paulo, con siete. A estas alturas, lo más realista para el equipo de Mosquera es pensar en la Copa Sudamericana. Con el nivel mostrado en los tres partidos de la Libertadores, el sueño de pasar a octavos requerirá de un par de milagros, porque en el campo los rimenses no parecen dar para más.