REAL MADRID VS. SHERIFF | CHAMPIONS LEAGUE
Dulanto: "No me atemoriza enfrentar al Real Madrid"
El peruano Gustavo Dulanto conversa con AS a pocas horas del partido en el Bernabéu. "Tenemos un hambre de gloria increíble", admite.
Todo el Perú centrará su mirada en el Real Madrid vs. FC Sheriff para apoyar al novel club moldavo, en el que milita nuestro compatriota Gustavo Dulanto. Con su imponente estatura y don de mando, el zaguero incaico se encargará de cuidar la última línea de los ataques peligrosos de Benzema y Vinicius. A pocas horas del histórico cotejo, a celebrarse en el remodelado Bernbaéu, Dulanto atiende a AS para dejar en claro que las 'avispas' no se van a doblegar y seguirán construyendo su propio camino a nivel internacional.
¿Por qué te animaste a fichar por Sheriff FC?
Me gustó mucho el tema de jugar la Champions League. Averigué que Sheriff FC es el club más grande de Moldavia. Vi que participó en la Europa League y eso a uno lo seduce. Vine con la idea de clasificar a la Champions. No estoy "vendiendo humo" con eso. Gracias a Dios se logró el objetivo. Estoy agradecido con él por ponerme todas estas pruebas.
¿Alguien de tu círculo cercano se sorprendió por tu decisión?
No. A ver, el 'Pato' Álvarez (arquero del Sport Boys) me dijo "asu mare, mano, ¿te vas a ir hasta allá?" [risas]. Dos días antes de viajar me vi con él y se sorprendió por el simple hecho de que me estaba yendo muy lejos, no por la liga. Aparte es un nuevo país para el Perú. Desde muy chico sabía que el fútbol me iba a llevar a lugares que nunca imaginé.
¿Cuánto cambió tu vida desde que llegaste a Moldavia?
En nada. En lo único que cambió es que estoy jugando lo que no jugaba en mis último equipos. Estoy teniendo la continuidad que pensé. Vine aquí con la cabeza puesta en jugar, agarrar experiencia y confiar que aquí sería una muy buena vitrina. Sigo siendo el mismo chico que le gusta estar en su casa viendo películas con su familia o preparando algo en el horno. La única diferencia es que me abrigo más porque hace un frío terrible [risas].
¿Es fácil adaptarse a Moldavia?
Sí, es fácil. En todos lados, obviamente, hay calefacción. En mi casa, si pudiera, andaría en zunga todo el día. Eso sí, acá el clima cambia muy drástico.
Vives un momento fabuloso por allá.
Sí, estoy viviendo el sueño de niño. Me siento en mi mejor momento. Siento que estoy disfrutando como cuando estaba en UTC, por allá en el 2017. En el 2018 también cumplí varios objetivos como jugar la Libertadores con Garcilaso y volver a clasificar a un torneo internacional, pero aquí tengo la misma felicidad como cuando jugaba en UTC. Fue difícil porque estaba lejos de casa. Al principio vine solo. Me cocinaba y atendía solo, aparte mi hija a los tres días sufrió un accidente y tuvo que entrar a cirugía. No te miento, pensé en regresarme pero mi mujer me dijo: "¿Qué vas a hacer en Perú si ella igual estará en la clínica? Quédate por allá que aquí la cuidamos". Así fue, me quedé sufriendo. No jugaba porque tenía la cabeza en otro lado, pero todo cambió para bien. Fui campeón en Moldavia, clasificamos a la Champions y mi hija vino. Ella tiene cuatro años, se da cuenta de todo lo que es la Champions. No me digas cómo. Te juro que esa niña me hace babear. Por ella todo.
¿En algún momento soñaste con liderar la defensa del club?
Soy un obrero más del club, una hormiga más. Solo sobresalgo porque soy el más alto [risas]. Todos somos iguales. Estoy en un grupo espectacular de diferentes nacionalidades. Tenemos un hambre de gloria terrible. El respaldo de los dirigentes y el comando técnico, obviamente, hace que uno trabaje tranquilo.
¿Cómo vive el país el recorrido por la Champions League?
Cuando llegué me reconocían en la calle, pero no me pedían ni fotos ni autógrafos porque aquí el Sheriff sale campeón todos los años. Ahora con lo que estamos viviendo, que es histórico, nos paran en las calles. Nosotros somos conscientes que vamos a quedar en la historia del país. Estamos felices.
Me imagino que existe la ilusión de acceder a los octavos de final.
Esa es la idea. Te mentiría si te dijera que no pienso en llegar a octavos. Soy consciente de que somos el 'patito feo' y el equipo con menos presupuesto, pero con un corazón gigante. Estamos adentro, entonces vamos a ir por el todo. ¿Por qué tenemos que pensar en llegar a ser terceros o en participar? A mí no me enseñaron eso. Uno tiene que dejarlo todo.
El próximo desafío será en el Bernabéu. ¿Atemoriza enfrentar al Real Madrid?
¿Te soy sincero? No me atemoriza. Te lo juro por mi hija. Sé que es el Real Madrid, el más ganador de la Champions y que vamos a jugar en el nuevo Bernabéu. Cuando vimos el sorteo de la fase de grupos, ninguno de mis compañeros puso una cara de susto o asombro. Todos quedamos felices con el grupo y estamos con la cabeza puesta en el 28 de septiembre.
¿Sueñas con anotarle al Madrid en casa?
Sí, obvio. Sería algo estupendo. Tengo un tío que vivió mucho tiempo en España y cada vez que venía a Perú me daba una camiseta del Real Madrid. Ahora quiero regalarle un gol, no una camiseta.
Luego tendrán un choque importante con el Inter de Milán.
A mí me encanta como juega Vidal y su personalidad. Somos conscientes del grupo que nos tocó. El mismo Shakhtar es un equipo fuerte, que dio la sorpresa el año pasado al ganarle al Madrid en la fase de grupos. Queremos hacer historia. Si algo rescato es el espíritu de competencia.