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ALIANZA LIMA

Hernán Barcos: "Sería lindo retirarme en Alianza Lima"

El delantero de Alianza atendió a AS Perú. Señaló que le gustaría retirarse en el club íntimo, con el que afirma tener un vínculo "especial".

Hernán Barcos: "Sería lindo retirarme en Alianza Lima"

Cuando Hernán Barcos (Córdoba, 1984) recibe el balón en la cancha, el tiempo parece detenerse. El delantero, que ha jugado en países tan distintos como Brasil, Bangladesh, Serbia y China, maneja como pocos el idioma universal del fútbol. Llegó a Alianza Lima cuando parecía que el equipo iba a jugar la Liga 2, en la que podría haber sido su primera aventura en un club de segunda división, pero terminó consolidándose como el mejor delantero de la Liga 1 (tiene 7 goles y 8 asistencias) y peleando un título que parecía más que improbable a inicios de año.

Barcos parece tomarse el mismo tiempo para responder a las preguntas que cuando aguanta la pelota de espaldas al arco: oye, piensa y responde ordenadamente, con el oficio de un tipo que conoce cada resquicio de un trabajo al que se dedica hace más de dos décadas. El delantero de Alianza atendió a AS Perú: habló sobre su presente -y también sobre su futuro- en La Victoria, sobre su pasado como trotamundos, y sobre el Perú, país que le dio la oportunidad de "volver a ser él mismo".

¿Por qué le está yendo tan bien a Alianza?

Hemos trabajado bastante para lograr lo que venimos consiguiendo. Uno siempre intenta perfeccionar lo que le cuesta y aprovechar sus virtudes. Siempre trato de ayudar al grupo, independientemente de si hago goles o asisto. La base de todo lo que hemos conseguido en Alianza es el trabajo en grupo, que ninguno da una pelota por perdida.

Llegaste a Alianza cuando parecía que jugaría la Liga 2. Sorprendió que un jugador de tu prestigio llegara a un equipo que tenía la posibilidad de jugar la segunda división de un país cuya liga no es de las mejores del continente. ¿Cómo se gestó tu llegada?

Tenía varias opciones, pero la más tentadora, por lo futbolístico y por lo que genera Alianza Lima, era esta. Era un desafío personal. Preferí Alianza en segunda que por ahí otros clubes de Perú en primera. Muchas personas no estaban de acuerdo, porque nunca había jugado en segunda división, pero le puse el pecho a las balas y por suerte nos tocó jugar en primera.

¿Qué sabías del fútbol peruano antes de venir y qué sorpresas te llevaste una vez que formaste parte de él?

Sabía que era un fútbol competente, si bien internacionalmente no ha tenido tanto éxito. Cuando llegué, me encontré con un fútbol peleado, un torneo muy competitivo. Cualquiera le gana a cualquiera, con un par de equipos que sobresalen. El fútbol peruano ha crecido y se ha hecho muy competitivo.

Has generado un vínculo especial con Alianza. Ha habido un click rápido. ¿Te suele pasar eso en todos los clubes?

Alianza es especial, pero cuando uno llega a un club, lo entrega todo. Yo trato de hacer las cosas bien desde el primer día que llego. Lo forzado dura poco. Trato de ser yo mismo. Las cosas se fueron dando. La gente desde el primer día me ha tratado con mucho cariño y respeto. Mi familia está muy feliz. La idea es continuar acá y esperemos que se pueda dar.

Tu estilo de juego ha ido cambiando con los años. ¿Te has tenido que alejar un poco más del área?

Me voy acomodando a lo que el equipo necesite y a lo que da el físico, también. Me acoplo a las necesidades. Normalmente juego con Aldair, que tiene potencia, fuerza, velocidad, y se le utiliza para eso, y a mí para tener un poco más de técnica y cuidar la pelota, protegerla, filtrarla. Cada uno usa sus virtudes a favor del equipo.

¿Es distinto jugar en dupla con Aldair que con Jefferson? ¿Farfán se parece más a ti?

Son jugadores diferentes. Uno de da cosas que el otro no. Yo me adapto a la necesidad, dependiendo de con quién me toque jugar. Hay compañeros que te sacan a muchas marcas y que le dan trabajos a los centrales y te liberan.

¿Cuánto influyen liderazgos de jugadores exitosos como tú y Jefferson en el buen andar y la cohesión de un equipo?

Lo ideal es tener líderes positivos. Tenemos jugadores como Jefferson, Pablo Míguez, Ballón, Campos, Lacerda, que son líderes positivos. A la hora de hacer un gran grupo en conjunto con todos los jóvenes que tenemos, es más fácil. Cada uno tiene su perfil y su personalidad. Somos treinta jugadores diferentes que tienen que adaptarse el uno al otro, ser positivos y frontales.

Barcos ha marcado siete goles y ha entregado ocho asistencias en lo que va de Liga 1.
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Barcos ha marcado siete goles y ha entregado ocho asistencias en lo que va de Liga 1.

¿Está ya en tu mente el retiro? ¿Tienes una idea de qué harás?

Uno siempre piensa que cuando termine… pero me siento vigente y me siento bien. Yo me voy a retirar cuando el físico no me dé más, que no pueda parar una pelota, que no pueda jugar al nivel al que estoy acostumbrado. Ahí me retiraré por respeto al fútbol ¿Qué hacer después? Es difícil planteárselo, porque uno puede planear mil cosas y luego todo cambia. No tengo planeado el retiro por el momento y mucho menos qué hacer después.

¿Existe la posibilidad de retirarte en Alianza?

Alianza es lindo. Es un club y un país que me abrieron las puertas, que me dieron la oportunidad de volver a ser yo. Sería un placer terminar mi carrera acá por lo que venimos haciendo. Ojalá que terminemos bien el año.

¿Te quedas para el otro año?

La idea es quedarme un año más. Depende del club. Seguramente cuando termine esta fase nos sentaremos a conversar, a ver qué quiere el club y lo que queremos como familia. Tomaremos la decisión en conjunto. Vamos a llegar a un acuerdo juntos y si la idea es que me quede.

Has jugado en diez países pero no has pasado más de dos años seguidos en ningún club. ¿Por qué?

Normalmente, pasa con las delanteros que si andas muy bien, tienes un millón de ofertas y te venden. Y si andas mal, te echan. Siempre hay opciones. Es muy difícil mantenerse mucho tiempo. Cuando llegué a Gremio, que estuve dos años, estaba muy bien, muy tranquilo, era el capitán, y llegó una oferta de China que el club no pudo rechazar. ¿Qué haces? Te tienes que ir, y así un montón de veces. En Palmeiras igual, estaba muy bien, pero llegó Gremio, puso el dinero sobre la mesa y me tuve que ir.

Muchas veces los jugadores tienen menos decisión sobre su futuro de lo que se cree…

Normalmente se le echa la culpa al jugador cuando se va. La realidad, sin embargo, indica que el que menos fuerza tiene es el jugador. Si el club te quiere vender, te vende. Nos pasa a todos, cualquiera se puede sentir identificados. Es normal, porque el club tiene que hacer su parte y el futbolista, la suya. La verdad no siempre sale a la luz.

Me imagino tener que decirle a tu familia que te tienes que ir a China, sacar a los niños del colegio, irte solo…

No es fácil. Todo se piensa que es color de rosa, porque ganamos bien y la vida nos sonríe. No necesariamente es así. Es un sacrificio. Yo empecé a ganar un buen dinero a los 27 años, pero me fui de mi casa a los 15. Durante 12 años la fui remando, trabajé y la remé hasta que pude tener una condición mejor. Jugadores que terminan ricos su carrera no son la mayoría. Messi, Neymar y Ronaldo son pocos, es muy sacrificado.

Uno tiene que aprovechar los momentos que tiene, el dinero que gana para saber invertirlo, porque nosotros quedamos sin trabajo, en teoría, muy jóvenes, con toda una vida por delante, y si no te supiste administrar en toda tu carrera, tienes que salir a trabajar de nuevo. En este caso, tomé la decisión de venirme a Alianza Lima a ganar poco, a comparación de lo que venía ganando… tienes momentos en los que te mueve la necesidad y otros en los que te mueve el placer. Esta vez pude elegir, independientemente de lo que cobraría.

Perú suele mirar el éxito del fútbol ecuatoriano como un ejemplo a seguir. Liga de Quito, Independiente del Valle, ahora el Barcelona en semifinales de la Libertadores. Los clubes peruanos siguen sin estar a la altura en el panorama internacional. ¿Por qué crees que pasa eso? ¿Sientes que la diferencia a nivel físico, de juego, es tan grande como lo que se ve por la tele?

Se podría decir que sí, un poquito, a nivel de intensidad y velocidad. Yo creo, sin embargo, que está todo en la cabeza, en el creer. Después de que Liga ganó todo en Ecuador e internacionalmente, en Ecuador se empezó a creer. Barcelona, sin haber ganado nada a nivel internacional, siempre pelea y siempre va a estar, que siempre se prepara para este tipo de torneos. El fútbol ecuatoriano está creciendo. El año pasado el IDV campeón de Sudamericana. Perú tiene que dar un salto. Hoy, el mejor de este 2020 fue Cristal, que viene trabajando hace años, que sabe la o que juega. Perú tiene que dar un salto para que los demás empiecen a creer y el jugador peruano se de cuenta de que puede ser protagonista.

Ahora te va a tocar jugar Libertadores de nuevo con Alianza. Es lo más lindo para cualquier jugador de un equipo Sudamericano…

Es el objetivo de cualquier club jugar Libertadores. Fue uno de los primeros objetivos que nos planteamos. En un club como Alianza, tienes la responsabilidad de pelear por el título, y de a pocos lo fuimos masticando, viendo que se puede, con compromiso y con trabajo, y lo venimos demostrando.