Carvallo salva un punto para Universitario frente a Melgar

Una cosa ha quedado muy clara en estas latitudes: los peruanos no nos moriremos de aburrimiento. Cada día pasan cosas que rozan el realismo mágico, tanto dentro como fuera de las canchas. En esta ocasión, a orillas del río hablador, no hubo tanta magia como despelote. Pero, de momento, nos conformamos con eso. Universitario y Melgar no regalaron demasiado fútbol, pero, a falta de creatividad de los jugadores, apareció Kevin Ortega.

Nos referimos al árbitro, para que no quepan dudas. Ortega llevaba una tarde tranquila -como todos los protagonistas en el Alberto Gallardo- en el descanso, después de un gol solitario de Hernán Novick, uno de los pocos que se atrevieron a arriesgar con la pelota. La victoria parcial de la ‘U’ parecía demasiado premio para un equipo parco, pero tampoco podría decirse que era injusta después de 45 minutos más bien sosos.

Pero lo mejor -o lo peor- estaba por llegar, cortesía del señor Ortega. Ni bien había iniciado la segunda parte, Luis Urruti puso a la venta un penal que el árbitro compró sin chistar, pero, como protegiéndose de un potencial error, señaló al juez de línea. Enzo Gutiérrez, flamante refuerzo de la ‘U’, quiso hacerse grande picando el penal, que chocó en el travesaño. La sonrisa del argentino después de su fallo fue más por vergüenza que por nervios.

Minutos después, Ortega -quizás con afán compensatorio- se inventó otro penal, esta vez a favor de Melgar. Mientras más repeticiones mostraba la transmisión, menos claro quedaba qué había cobrado el réferi. Jhonny Vidales remató pero su primer intento fue detenido por José Carvallo. Sin embargo, el línea aplicó la infame nueva regla de la FIFA e hizo repetir el disparo, que el propio Vidales, con sangre fría, cambió por gol.

Empujado por el empate, Melgar salió a buscar con todo un partido que se había enloquecido por completo. A menos de 15 para el final, Federico Alonso abrazó inexplicablemente Luis Iberico en el área y, por primera vez en la tarde, Ortega marcó un penal que sí era. Ante la ausencia de Vidales, fue Joel Sánchez el encargado de patearlo, pero se encontró con el inmenso Carvallo, un especialista en la materia. Esta vez, además, lo tapó sin adelantarse.

La ‘U’ tiene mucho que agradecerle a su capitán por erigirse como la gran figura del partido, con dos penales detenidos y una serie de atajadas de antología frente a un rival que fue ligeramente mejor. El empate parece ser demasiado premio para los cremas, que se llevan una única buena noticia: el correcto primer tiempo de Novick, aunque no parece haber demasiado para ilusionarse.