Carrillo, leyenda de Al-Hilal
La mitad más uno de Riad se encuentra sacudida por un movimiento que implica a André Carrillo, uno de sus últimos ídolos. En medio de contrataciones históricas y rimbombantes provenientes de Europa, el seno de Al-Hilal llegó a un acuerdo para trasladar -a manera de venta- al futbolista peruano en una operación que ha dado que hablar tanto en Arabia Saudí y en Perú. Porque con 32 años, entero físicamente y gravitante en selección nacional, abandona al club más ganador del país para desembarcar en un ambicioso proyecto de Al-Qadisiyah, inquilino de la Segunda División.
La operación protagonizada por Carrillo ha supuesto una retahíla de críticas desde su país de origen. Valgan verdades no es algo nuevo a lo que se enfrenta André, ya que cuando se mudó por primera vez a Arabia Saudita, por allá en el 2018 tras su participación en la Copa del Mundo con Perú, nadie podía creer que su destino fuera una liga exótica fuera del foco central del fútbol -que hoy es de las más emergentes producto de fichajes impresionantes como el de Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y próximamente el de Neymar-. Sólo llegaban cuestionamientos y puyas, aduciendo que había dejado la alta competencia para sólo enfocarse en el tema económico. ¿Acaso sabían que recalaba en Al-Hilal, el más ganador de ese campeonato y de los mejores equipos de Asia, por no decir el mejor? Quizás sí, quizás no. De igual manera no se debatía, ya sea por ignorancia o necedad.
La decisión de ‘La Culebra’, honestamente, fue la más acertada desde que partiera de Perú tras haber cumplido la mayoría de edad, iniciando la década del 2010. Con él, el cuadro azul se transformó en un plantel dominador a placer en cada una de las competiciones disputadas al tiempo que fue de las primeras piedras angulares respecto a fichajes legionarios. Carrillo progresó al lado de internacionales de la talla de Jonathan Soriano, Bafetimbi Gomis, Eduardo, Sebastian Giovinco, Gustavo Cuéllar, Moussa Marega, Odion Ighalo, Luciano Vietto y me estoy quedando corto, aunque se puede señalar que, ahora último, abrazó las incorporaciones más fuertes como la de Malcom, Milinkovic-Savic, Koulibaly y Ruben Neves.
Todos esos nombres han coincidido con André, han jugado con André y han respetado a André. Tampoco podemos pasar por alto la cantidad de títulos que consiguió. Temporada tras temporada, se hizo de una ruma de copas que engrandecieron su nombre en Al-Hilal, que hicieron aún más histórica a la institución y que fueron motivo de orgullo en Perú. Francamente ganó todo lo que se propuso: Liga Profesional Saudí, Copa del Rey de Campeones, Supercopa Saudí y Liga de Campeones de Asia. En total levantó nueve trofeos en un lustro. Lo único que le quedó pendiente fue la consecución del Mundial de Clubes, donde llegó a quedar como subcampeón. Sí, se quedó a las puertas pero eso no borra todo lo logrado. Marcó camino.
Como todo en la vida, las historias acaban. Y la de Carrillo no es la excepción. Después de varios años felices con reconocimientos que ya se le caían de los bolsillos, nuestro representante nacional deja Al-Hilal como un campeón, como un mito, como un genio. Da la sensación de que se marcha como quien se sabe eterno ganador. No es para menos, pues los títulos, goles y asistencias lo respaldan. Lo que sigue es un nuevo capítulo que despertará todo tipo de sensaciones. Es posible que haga caso omiso a los juicios valor de un país que tiene a la crítica como deporte bandera, porque él es una feliz leyenda.