Gremio da un paso de gigante

Gremio golpeó primero en la final de la Copa Libertadores. En un partido muy cerrado, de ritmo entrecortado y pocas ocasiones, los de Porto Alegre anotaron el único tanto del encuentro en los últimos instantes. Aparecieron los suplentes Jael y Cícero, autor del gol, para golpear con dureza a un Lanús apagado en la segunda mitad.

La primera parte dejó un duelo muy igualado, en la que ningún equipo quiso correr riesgos. Ambos optaban por posesiones largas para reposar con la pelota en su poder y evitar sorpresas rivales.

No obstante, Lanús, en una de las pocas ocasiones que combinó cerca del área, protagonizó la primera gran oportunidad del encuentro. Román Martínez sacó un potente disparo cruzado que Grohe despejó a córner.

Pocos minutos después, en un saque de esquina, Martínez probó de nuevo al portero brasileño, que dejó una sensacional intervención repleta de reflejos.

En Gremio, Luan no se sentía cómodo y casi todas sus intervenciones fueron demasiado lejos del área argentina. Tampoco Arthur pudo progresar con la pelota y Barrios no consiguió rematar a puerta. En el lado contrario, Acosta creció con su velocidad, cuando aparecieron los primeros espacios.

Tras el descanso, el conjunto de Renato Gaucho se mostró muy superior, con muchos jugadores en campo rival. Sin embargo, ese dominio no se transformó en ocasiones de gol y Andrada no tuvo que realizar paradas de tanto mérito como las de su homónimo.

El técnico gremista intentó dar más mordiente a su equipo con la entrada de Cícero y Jael y pronto agotó los cambios. Ellos dos fueron los encargados de anotar el tanto que desequilibró la final. Jael peinó la pelota y el centrocampista, siempre a lo largo de su carrera hábil en el remate, se coló en el área para finalizar.

Apenas quedaba tiempo para más y Lanús deberá recuperar la versión que mostró ante River Plate para remontar de nuevo como local. La tarea no será nada sencilla.