Este Alianza que preocupa

Más allá de la derrota ante Cristal y de las decisiones arbitrales que puedan resultar polémicas, el equipo de Bengoechea entró a la cancha desenfocado del juego y motivado más en discutir las decisiones del juez Diego Haro.

Y el asunto es preocupante porque Alianza está próxima a empezar su participación en la Libertadores ante rivales muy exigentes como Boca Juniors y Palmeiras. El cuadro íntimo no ha encontrado en su funcionamiento al jugador que asuma la conducción ofensiva como lo hacía Aguiar. Peor aún con la lesión de Cruzado su falta de elaboración se hizo más notoria ante Cristal.

El cuadro íntimo reitera lo que mostró en la temporada anterior por las bandas. Garro y Duclos, sus laterales, anduvieron flojos en la marca y como lo venimos viendo hace algún tiempo ya, aportando poco en campo rival.

En el medio Fuentes tuvo demasiado terreno por recorrer más aún tras la irresponsable expulsión de Ramirez, que, a pesar de sus 33 años, sigue en ocasiones, cometiendo errores de conducta y destemplanzas propias de un principiante. Ante los rimenses ese fue el punto determinante del partido: su tonta expulsión tres minutos después de ponerse en ventaja su rival y cuando acababa de recibir una amarilla. Tras su salida, Tomás Costa intentó multiplicarse infructuosamente y al técnico pareció faltarle reacción cuando se veía un trámite claramente adverso para sus dirigidos.

Por el lado del equipo del chileno Salas, hubo mayor serenidad para manejar los embates iniciales con presión alta e intensidad de los íntimos, en los primeros 15' del encuentro. A partir de entonces, se fue soltando Costa, mejoró el aporte de Céspedes - bien expulsado sobre el final - asociándose con Pacheco por la banda izquierda y empezó a pesar cada vez más, Herrera autor del gol de penal para el 1-0. Con ello el partido se fue alejando de Alvarez y se fue acercando a la portería de Butrón. Hasta que como consecuencia de un mejor juego, los celestes lo liquidaron tras buena acción individual de Ballón.

Ganó Cristal porque se enfocó más en la tarea de jugar e imponer condiciones. Perdió Alianza justamente por preocuparse más en reclamar y perder la concentración en el juego. Sigue siendo un equipo previsible, que depende mucho del balón parado y que muestra poca contundencia ofensiva.

Tarea complicada para Bengoechea la de mentalizar a su equipo, devolverlo al juego mismo y prepararlo para una competición en la que quedan solamente los blanquiazules representando nuestro fútbol.