PERUANOS EN EL EXTERIOR
El Celta, al ritmo de Tapia
El mediocampista peruano volvió a ser una de las figuras en el empate in extremis del Celta en casa del Atlético. Es el eje del juego de los de Coudet.
El Celta de Vigo consiguió un valioso empate en el último minuto del tiempo regular en casa del Atlético de Madrid, líder indiscutido de LaLiga. Facundo Ferreyra fue el héroe de la noche para los gallegos, pero, en silencio, como casi siempre, Renato Tapia, de gran partido, volvió a ser elemental para la empresa de los del Chacho Coudet, que ponen cada vez más tierra entre ellos y el descenso.
A pesar de ganarse merecidamente una tarjeta amarilla a los 4' del partido, Tapia lució durante todo el encuentro como el amo y señor del mediocampo. En esa zona de la cancha debió batallar contra un titánico Kondogbia y mantener a ralla a los movedizos Saúl y Koke, insignias del cuadro de Simeone. Pero Renato no se hizo problemas: siempre con la cabeza en alto, sin mirar el suelo, encontró desmarcado a alguno de sus compañeros, por tierra y aire.
Los números no nos dejarán mentir: Tapia acertó el 83% de sus 65 pases -sólo tiró menos pases que Denis Suárez, que dio 68-. De 12 balones largos, 9 tuvieron éxito. Sin la pelota, también estuvo preciso: fue el que más entradas realizó, con 4, además de haber interceptado dos balones, y fue imbatible en el juego aéreo, en donde ganó 6 duelos, más que cualquier jugador del partido.
Así como los números son irrebatibles, también son fríos: Tapia es mucho más que un jugador efectivo. Su temple es digno de un futbolista que lleva años en LaLiga. Siempre se ofrece como salida, metiéndose entre los dos centrales, pero no se conforma con dar el pase lateral y buscar la devolución. Por el contrario, intenta, cuando puede, saltar las líneas sea con un pase o un drible, de manera que le ofrece opciones de juego a los volantes interiores.
Es evidente que estamos hablando, a estas alturas, y por mucho, del mejor jugador peruano del momento. A sus 25 años, Tapia está en la mejor forma de su vida, y parece haber encontrado su lugar en el mundo en el Celta, bajo las órdenes de Chacho Coudet, en un equipo que, como él, crece día a día, y que se mueve cada vez más a su ritmo. Ese ritmo es el que debería copiar la selección peruana de Gareca, que tiene en Renato a su figura indiscutible.