Perú da el batacazo en Quito

Quito podría volver a ser el punto de quiebre. Como en el 2017, cuando Perú ganó por primera vez en Ecuador, este triunfo de la blanquirroja puede cambiar por completo las eliminatorias para la selección. Frente a un rival que venía mucho mejor, en una cancha históricamente complicada y tras una pésima racha, se consiguieron tres puntos que pueden valer mucho más si se aprovecha el envión.

No se puede hablar de esta inmensa victoria sin dedicarle por lo menos un párrafo al gran partido de Gianluca Lapadula. El delantero del Benevento aprovechó a lo grande su primer encuentro como titular con la camiseta de la selección y firmó una tarde de antología. El delantero, al que será muy difícil de arrebatarle su lugar en el once, siempre generó espacios, hizo todas las diagonales y coronó la jornada con dos asistencias impecables a Christian Cueva y Luis Advíncula.

Perú salió a buscar el partido sin desesperarse, presionando en el mediocampo y atacando en los momentos precisos. El propio Lapadula tuvo la primera en un mano a mano frente a Domínguez, pero falló por poco. Minutos después, el ítalo-peruano habilitó de taco a Cueva, pero el mediocampista del Al-Fateh remató mordido de zurda. La selección estuvo más cerca de anotar que Ecuador y supo aguantar la arremetida de los locales sobre el final del primer tiempo.

A los 61’, cuando parecía que Ecuador tenía la oportunidad de aprovechar el cansancio de los peruanos, apareció Lapadula. El zurdo recibió un pase largo de Renato Tapia y quedó mano a mano frente a un defensor que, tras tropezar, dejó solo a Cueva. El mediocampista solo tuvo que empujar el balón frente a un vencido Domínguez para poner el primero.

El cansancio de los peruanos era evidente, por lo que Ricardo Gareca intentó refrescar el mediocampo con el ingreso de Pedro Aquino. A pesar de que Ecuador llenó el área blanquirroja de hombres de ataque, Perú liquidó el partido con una gran trepada de Luis Advíncula por la derecha, quien, tras recibir otro gran pase de Lapadula, fusiló a Domínguez para poner el segundo.

Si bien Ecuador logró descontar en el tiempo de descuento, no le alcanzó para empatar un partido que Perú mereció ganar por cómo lo planteó. Quito volvió a ser el punto de quiebre para la selección. Los de Gareca consiguieron oxígeno en las alturas, en la que probablemente era la última oportunidad para meterse en la pelea, por más que todo sigue cuesta arriba. Perú esta vivo, nuevamente, gracias a una gran actuación en Ecuador.