FINAL LIGA 1: CRISTAL - UNIVERSITARIO
Universitario: Ganar o ganar
Universitario no tiene margen de error en la vuelta de la final. Los de Comizzo deben mejorar muchísimo para por lo menos forzar una prórroga.
Como es habitual, Ángel Comizzo no hizo un mea culpa después de la derrota de Universitario frente a Sporting Cristal por 2-1 en la ida de la final de la Liga 1. El técnico argentino habló de errorres "puntuales" y de un equipo, refiriéndose al celeste, que fue superior en los "detalles", algo que deberá ser corregido en la vuelta.
Pero lo cierto es que la 'U' no cometió solamente errores puntuales: se vio completamente sometida por su rival tanto en ataque como en defensa, perdió casi todas las pelotas divididas y, sobre todo, lució apática durante un largo tramo, algo imperdonable en una final. Comizzo, además, no supo repleantear cuando el encuentro se le puso cuesta arriba, y solo una acción fortuita de Alberto Quintero le dio vida a su equipo.
Los hinchas merengues no están satisfechos con el trabajo del argentino, que ya desde el inicio de la Fase 2 moldeó un equipo predecible y más bien frágil en defensa, algo que quizás también tuvo que ver con la ausencia de Federico Alonso, patrón de la zaga en la primera parte del torneo. La realidad indica que hace varias semanas la 'U' juega de regular para abajo, algo que tiene que cambiar drásticamente esta tarde.
Pero el problema de Comizzo puede también ser su solución: tiene un plantel con variantes limitadas, que ha mostrado ser capaz de lo peor -como cuando cayó 6-1 frente al UTC- y de lo mejor -como cuando dominó de principio a fin la Fase 1-. Es difícil imaginar un once distinto al que arrancó el partido del miércoles, aunque el regreso de Alonso a la convocatoria y los rumores de un posible ingreso de Urruti o Succar dejan alguna duda.
Si bien Comizzo tiene contrato por todo el próximo año, ni la directiva de Universitario ni el técnico han hablado en público de los planes para el 2021 y, tras el nivel mostrado en la segunda mitad del torneo, no es completamente descartable que la dirección deportiva esté evaluando día a día su continuidad. Una derrota en la final, sobre todo mostrando el pobre nivel de la ida, podría inclinar la balanza hacia el adiós. Faltan 90 (o 120) minutos para saberlo.