Universitario no evoluciona
Los cremas parecen seguir estancados en la irregularidad mostrada en la Fase 2 del año pasado. Comizzo no encuentra variantes que cambien el rumbo.
En el primer partido del 2021, Universitario se mostró como el mismo equipo de la Fase 2 del año pasado: sin ideas, lento, sin sorpresa ni profundidad. Algunos de los intérpretes han cambiado, pero los problemas parecen ser los mismos. Ayer, el cuadro de Ángel Comizzo salvó el empate gracias a una actuación soberbia de su portero José Carvallo, y, por más que recibió envuelto en papel de regalo un penal, no pudo sumar más que un punto.
Las taras de la 'U' son básicamente las mismas del año pasado, algo muy alarmante teniendo en cuenta el tiempo con el que han contado Comizzo y la dirección deportiva para replantear. Es cierto que ha tenido que arreglárselas sin futbolistas importantes como Alejandro Hohberg y Jonathan Dos Santos, pero, en principio, consiguió reemplazarlos después de una larga ponderación.
De lo que se pudo observar en el empate de ayer, una de las limitaciones que se mantienen tiene que ver con el inmenso espacio que hay entre los volantes y los delanteros, en particular los extremos. Alberto Quintero y Luis Urruti estaban totalmente aislados de sus compañeros en cada ataque, como si cada ataque dependiera exclusivamente de su capacidad de desequilibrio e inventiva.
En principio, la presencia de Hernán Novick -que parece ser el refuerzo más importante para esta temporada- responde a la necesidad de conectar el mediocampo con el ataque, pero el uruguayo, como los extremos, estuvo casi siempre flotando en el vacío, sin capacidad de conectar con sus compañeros. Novick es un enganche que no tiene qué enganchar, por decirlo de una forma.
Luego, es muy evidente que generar juego con un mediocampo en el que Armando Alfageme y Rafael Guarderas inicien las jugadas es realmente difícil. El zurdo, de buen pie y cierta elegancia, no tiene iniciativa ni inventiva, mientras que 'Alfa' es un destructor nato. ¿Cómo tener profundidad con un equipo tan inconexo, sin variantes tácticas y un técnico incapaz de cambiar su planteamiento a lo largo de los partidos?
Si algo está claro, es que Comizzo tiene mucho trabajo por delante si quiere competir por el título. De hecho, conforme avance la Liga 1, veremos si el crédito ganado por conseguir el subcampeonato le alcanza para mantenerse en el banquillo, después de varios meses en los que su equipo -y su manera de ver el juego- se ve realmente estancado.