PERÚ 1 - 1 URUGUAY
Las variantes en ataque, un dolor de cabeza para Perú
La selección sufre para hacer jugar a Guerrero, que luce muy aislado. La falta de acompañantes para Paolo es alarmante.
“Quizás nos faltó contundencia y agresividad en ataque”, dijo Ricardo Gareca ayer por la noche en la conferencia de prensa posterior al empate frente a Uruguay en Lima. La selección no logró aprovechar su superioridad numérica -jugó una hora con un hombre más que su rival- en buena medida porque sus atacantes no estuvieron certeros de cara al gol.
Lo cierto es que Perú tampoco generó demasiadas jugadas claras teniendo en cuenta que tenía un hombre más. Además del gol, Edison Flores tuvo un mano a mano y Guerrero remató desde el área en el segundo. Aparte del tiro libre del Paolo sobre el final, la selección no logró llegar con profundidad. Es cierto que se enfrentaba a una de las mejores defensas del mundo, pero queda la sensación de que se pudo y debió hacer más.
Lo cual nos lleva al problema crónico de la falta de relevo y/o acompañamiento para Guerrero. El delantero del Internacional suele lucir muy aislado en el ataque. Si bien la presencia de Cueva, que funge como enganche entre volante y delantera, lo ayuda a involucrarse en el juego, sigue sin ser suficiente. Lo que necesita Paolo, por momentos, es un acompañante con características similares a las suyas: que pueda aguantar, que sepa hacer diagonales a espaldas de los centrales y que tenga gol.
Parece mucho pedir para un plantel que, a pesar de sus recientes éxitos, sigue siendo corto. Ha quedado demostrado de ni Raúl Ruidíaz ni Yordy Reyna están a la altura. Ambos pueden aportar en determinadas facetas del juego -en el contragolpe, por ejemplo, dado que son delanteros muy veloces-, pero no tienen gol ni peso ofensivo suficiente para liberar a Paolo de sus responsabilidades y dejarlo jugar más libre.
La búsqueda de una alternativa a Guerrero parece estarse llevando con más vehemencia en la prensa que en el cuerpo técnico de la selección. Gareca señaló ayer que no le preocupa el reemplazo de Paolo porque considera que, entre los jugadores que entrena, hay varios que pueden hacerlo. Es, más que todo, un voto de confianza para Reyna y Ruidíaz, ante la falta de otras alternativas.
La presencia de Gabriel Costa podría ayudar a Perú a tener más peso arriba. El uruguayo nacionalizado peruano es un jugador con mucho gol y movimientos de delantero, aunque está por verse su nivel en partidos oficiales. Otra opción podría ser Kevin Quevedo, aunque el futbolista de Alianza tiene todavía mucho por mejorar. A estas alturas, los hinchas peruanos no deberían prenderle velitas a Jefferson Farfán, en el ocaso de su carrera, pero el recambio generacional todavía no ha llegado. Mientras tanto, la selección seguirá dependiendo de Guerrero, su goleador histórico, que, a los 35 años, se merece un respiro.