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SELECCIÓN PERUANA

Perú devolvió la ilusión

Después de la temprana eliminación del Mundial, la selección reaccionó haciendo una gran Copa América en Brasil.

Perú devolvió la ilusión

Es posible que el hincha peruano nunca se recupere del golpe que supuso el penal fallado por Christian Cueva ante Dinamarca. Era nuestra oportunidad para hacer todavía más historia: para batir a los daneses, para pasar a octavos, para seguir ilusionando a un país que no se ilusionaba así hace casi cuatro décadas. Pero Cueva, que tuvo el valor de tomar el balón, lo mandó al cielo de Saransk, con lo que acabó el sueño mundialista.

Aún así, salvo el propio Cueva, todos los jugadores y el cuerpo técnico de la selección parecen haberse recuperado de ese pequeño trauma ruso y encararon el siguiente reto importante con actitud. A pesar de que perdió mal en un par de amistosos (El Salvador y Colombia), Perú encaró la Copa América de Brasil como la oportunidad para sacarse la espina de Saransk, y vaya que lo consiguió.

Ricardo Gareca entendió que Brasil era el escenario perfecto para exigir al máximo a su grupo con la mente puesta en las eliminatorias para Qatar 2022, la meta más importante de la selección. El empate ante Venezuela en la primera jornada no dio mucho para ilusionarse, ni tampoco la victoria frente a Bolivia en la segunda. Brasil aplastó en la fecha final de la fase de grupos a Perú por 5-0, y, aunque la blanquirroja clasificó a octavos, Uruguay parecía ser el victimario perfecto.

Y ahí empezó la remontada emocional, que produjo luego la futbolística. En un partido durísimo, en el que la selección tuvo que aguantar, con un inmenso Pedro Gallese, los incesantes ataques de Suárez, Cavani y compañía, Perú se impuso por penales a los uruguayos y llegó a la semifinal, donde enfrentaría a Chile, el rival de toda la vida, y el que lo había eliminado en la edición del 2015 en la misma instancia.

Ese fue el mejor partido que toda una generación de peruanos ha visto en su vida. Quienes vimos a Perú por primera vez en un mundial el año pasado no recordamos una actuación así de la selección. El equipo arrancó el encuentro con una intensidad salvaje, ganando cada pelota dividida con fuerza y coraje. Los goles cayeron por su propio peso, porque los de Gareca siempre fueron mejores y, sobre todo, se supieron mejores. No había forma de que perdieran ese partido. Ni aunque durara cinco horas.

Pasar a la primera final de Copa América en 44 años y goleando a Chile fue un premio hermoso para un país que se desilusionó muy rápido después de explotar de alegría con la clasificación a Rusia. El recuerdo de Cueva estaba muy fresco, pero los goles de Flores, Yotún y Paolo lo reemplazaron. Después, en la final, Brasil fue demasiado rival, en su casa y con sus estrellas, pero, de alguna manera, eso es lo de menos: Perú salió fortalecido de su fracaso ruso y ha devuelto la ilusión a una hinchada que ya cuenta los minutos para que empiecen las eliminatorias, ese torneo que ya no mira con miedo.